La portera admite que robó un Rolex de oro y lo vendió

La inculpada admitió el día del juicio su culpabilidad

La jueza del Penal 1 impuso dos años de prisión a Raquel M.F., de 42 años, por un robo con fuerza en casa habitada, un delito en el que concurre la agravante de abuso de confianza (se aprovechó de las facilidades que proporciona la confianza ofrecida por el perjudicado a la autora del delito) y la atenuante de dilaciones indebidas ya que el proceso tardó en llegar a juicio pese a que no era complejo. La inculpada trabajaba como portera en un edificio de la calle Paseo en el año 2020. Como empleada en ese inmueble, tenía acceso al domicilio de J.G.P. en un tercer piso de dicho inmueble.  En fecha no concretada, pero antes del 4 de diciembre de 2020, tras apoderarse de la llave de la caja fuerte que el inquilino tenía escondida, la abrió y se apoderó de un reloj Rolex de oro con las iniciales del propietario.

La empleada posteriormente vendió el reloj en un establecimiento especializado en la compra-venta de oro de la avenida de la Habana. Recibió 2.495 euros en la operación mercantil.

El reloj fue localizado por agentes de la Policía Nacional en el establecimiento en donde la acusada lo había vendido y le fue entregado a su legítimo propietario en calidad de depósito. El perjudicado no pudo asistir al juicio porque falleció en septiembre del pasado año por lo que el reloj pasará de forma definitiva a sus herederos.

Aceptó la pena

La inculpada admitió el día del juicio su culpabilidad y aceptó la pena tras un acuerdo entre su letrada y la fiscal. Se le concedió el beneficio de la suspensión de la pena de dos años de cárcel impuesta (no ingresará en prisión) siempre y cuando mo delinca de nuevo en el plazo de dos años. Además, deberá hacer frente a las costas procesales.

La penada deberá también indemnizar a la tienda que le abonó el dinero cuando vendió el reloj. Para ello, pactaron cuantías mensuales de 104 euros durante 24 meses, comenzando en el mes de abril.

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