El PP tiene más cerca volver a formar parte de un gobierno con Gonzalo Pérez Jácome que sumarse a una moción de censura liderada por la fuerza más votada, el PSOE de Rodriguez Villarino. Ni el paso al lado dado por este último contenta a los populares, que exigen que deje también su acta en el Concello para evitar que pueda acabar regresando.
Esa es la principal conclusión del debate de Telemiño, moderado por Antonio Nespereira, que seis meses después volvió a juntar a Rafael Villarino (PSOE), Flora Moure (PP), José Araújo (Cs), Luis Seara (BNG), y Miguel Caride (DO) para buscar una salida al caos en el que está sumida la ciudad.
Batalla PP-PSOE
Los populares creen que Villarino va de farol al haber planteado por escrito que renuncia a ser alcalde -dejando a otro socialista al frente– si el PP les presta el voto que falta para articular una moción de censura. Por eso piden la dimisión de todos sus cargos institucionales, una "coacción e abuso" que el socialista no está dispuesto a tolerar.
La ciudad queda en un callejón sin salida. Los populares reconocieron incluso que podrían regresar al gobierno de Jácome si Villarino no se marcha de la corporación, lo que entierra definitivamente la posibilidad de la moción de censura. "El gobierno con Jácome siempre ha sido una posibilidad. No está encima de la mesa volver, pero no podemos descartarlo. Si el PSOE insiste en su postura, habrá que explorar todas las posibilidades", reconoció Moure.
El planteamiento de la popular no encontró respaldo en ninguno de los participantes, que censuran el carrusel de "excusas" de los populares. Sin embargo, el PP dice tener claro que "nunca será Villarino alcalde con nuestro voto" y recordó que "llevamos seis meses esperando que Gonzalo Caballero nos responde sobre un gobierno de coalición".
Rafael Villarino dijo sentirse respaldado por la ciudadanía para no ceder a las pretensiones del PP. "Queren que emigre politicamente, pero non estou disposto. Xa aceptei unha condición ilexítima e antidemocrática. Que máis teño que facer?", apuntó, tras preguntar al PP "por que Jácome si pode ser alcalde e eu non". Ahí se evidenció la mayor cercanía a de los populares al actual alcalde. "Jácome es mucha más previsibles que usted", espetó Moure.
El resto de participantes permaneció prácticamente como espectador de una repetición de argumentos ya escuchados los últimos meses. "Os partidos están movendo ficha para posicionarse para 2023, sen pensar no inmediato, que é a grave crise desta cidade", lamentó José Araújo (Cs), que criticó el talante "antidemocrático" del PP, al tiempo que asumió que "xa non hai solución", pese al "xesto positivo" de Villarino. "Que Jácome sexa alcalde forma parte da estratexia do PP".
El nacionalista Luis Seara, por su parte, tildó de "maquiavélica e retorcida" la postura del PP de exigir la marcha del líder del PSOE. "Teñen tan interiorizado que Ourense é seu que nin respectan a vontade popular", les espetó el portavoz del BNG. Seara aseguró que los populares "tiñan moi avanzado volver con Jácome e a decisión de Villarino colleunos co pé cambiado", mientras dijo que la situación es "límite" por culpa de un PP que mantiene "un goberno de tres persoas que está destruíndo a cidade". En todo caso, lanzó un mensaje de esperanza: "Estamos traballando para devolver a Ourense o esplendor, hai esperanza e futuro".
Sin salida
Miguel Caride (DO), uno de los ediles que abandonó a Jácome, dijo con rotundidad que las políticas de Jácome "levan a Ourense ao abismo". Tras la sucesión de reproches, Caride fue muy pesimista: "Dou por morto este mandato".
