Por qué no se ponen de acuerdo

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Un día de mensajes cruzados deja a las claras que la ciudadanía ourensana asiste a un juego de ajedrez entre partidos en el que los problemas de la ciudad no están sobre la mesa. El PSOE exhibe fuerza, el PP intenta que su mensaje cale. Jácome respira

Cuando parecía que las cartas estaban sobre la mesa, el PP dio una nueva vuelta de tuerca a la posible, aunque cada vez más lejana, moción de censura a Gonzalo Pérez Jácome. Tras la disposición del socialista Rafael Rodríguez Villarino a apartarse como posible candidato, cumpliendo así la condición que durante meses impuso el PP, los populares esgrimieron ayer un nuevo condicionante: no se fían de él, por lo que tiene que abandonar también su acta de concejal si quieren sentarse a dialogar. Un nuevo órdago por el que parece que el líder del PSOE en la ciudad y la provincia no está dispuesto a pasar: Non penso renunciar á miña acta”

Los populares, a nivel interno, explican el porqué de esta postura. Temen una “trampa” del líder socialista. Creen que se la podrían jugar y que si aceptan investir como alcalde a un edil de la lista de Villarino sin que este deje el acta, el PSOE podría llevar a cabo una “jugada” y a los pocos días hacer dimitir al nuevo regidor. Si eligieran al número 5 de la lista, por ejemplo, y este dimite al poco de ser elegido, los socialistas tendrían que elegir a otro y Villarino volvería a ser elegible ya sin necesitar el apoyo de los populares, al haber sido la fuerza más votada en las elecciones. Un temor en el que ahora se ampara el PP para no dar su brazo a torcer. 

Los socialistas tildan de “nova escusa” el argumento popular, y consideran que el PP no sabe qué hacer tras la disposición de Villarino a renunciar. “Non sei se agora pedirán que se teña que tirar ao río Miño”, bromeó ayer el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, que junto a congresistas, senadores y parlamentarios, arropó a Villarino en la Praza Maior.  Ni se plantean el nuevo órdago del PP y consideran que tras exigir la marcha del Concello del candidato más votado demuestran ser “o partido máis antidemocrático de España”. 

Hoja de ruta definidas

Las cartas, ahora sí, parecen estar boca arriba. Y la solución al desgobierno de la ciudad cada vez más lejos. El PP, fuera de micrófono, reconoce que la ciudad necesita “estabilidad” y que estarían dispuestos a pactar con el “enemigo”, el PSOE. Pero necesitan tener todo “atado y bien atado”. Cualquier “paso en falso” podría suponer entregar la Alcaldía a su rival a cambio de nada. “Este es el PSOE que dijo que le quitaba el sueño Pablo Iglesias y a los dos días le dieron un cargo en el Gobierno”, recuerdan desde el seno de los populares gallegos: “Como para fiarse de ellos”. 

Los socialistas simplemente se ríen de esta dinámica del PP y se muestran confiados en que, fructifique o no, la ciudadanía ourensana esté tomando nota. “Feijóo e Baltar están facendo un harakiri político”, advirtió Caballero: “É fácil, deben elixir entre Jácome e Ourense. Se non firman a moción de censura quedarán retratados como grandes mentirosos”.

PSOE | No cederán más: “Os cidadáns non son parvos”

El PSOE no está dispuesta a ceder más. “Xa cedín á ilexítima condición de que me apartase de candidato tras ser o máis votado. Non penso deixar a miña acta”, dijo ayer Villarino contundente, en un acto en la Praza Maior arropado por los suyos. Tiene clara su hoja de ruta. Villarino no sería candidato y si el PP ahora no accede a desalojar a Jácome ni con esa condición, dejarán que “queden retratados” ante la ciudadanía. Lo tienen claro. “Tamén terei que preguntarlles se vou ter pasaporte comunitario ou extracomunitario”, bromeó ayer Villarino. Acusa al PP de intentar crear un “éxodo político” al intentar echar de Concello y Diputación “aos que estorbamos”. Y lo comparó con la emigración histórica de la provincia. “Nin me vou do Partido Socialista nin da corporación”, reafirmó.

Desde la cúpula socialista en Galicia suscriben al milímetro su estrategia. Caballero tiene claro que el PP ha de mover ficha y que sus “escusas” no son creíbles: “Son unha falta de respecto a todos os ourensáns”. 

Sin candidato alternativo

Lo único que no quieren aclarar en el PSOE es quién sería ese candidato alternativo a Villarino. Ese es uno de los puntos débiles socialistas, ya que una facción del partido apuesta por Natalia González mientras la cúpula prefiere a Xosé Rúas, afín a los cuadros de mando. 

En todo caso, podría ser cualquiera, pues el PP confirmó ayer que no habrá más vetos. “Nos vale cualquiera, siempre que Villarino esté fuera de la corporación”. Eso sí, en caso de que se encontrase una salida, los socialistas tendrían que aceptar otra condición, que sería formar un gobierno de coalición. Pero ese es un paso todavía lejano. “Feijóo e Baltar elixen. Os cidadáns de Ourense non son parvos”. 

PP | Si Villarino se va del Concello, habrá  coalición

El PP exhibió ayer un perfil mucho más bajo que el de los socialistas. Si en el PSOE apostaron por una demostración de fuerza, los populares dejaron a su portavoz, Flora Moure, que explicase en solitario en qué consisten las nuevas condiciones de su partido para acabar con la era Jácome. Ahora Villarino ha de dejar el acta de concejal, lo que le llevaría también a abandonar la Diputación. A partir de ahí, el único condicionante pasaría por formar un gobierno de coalición PSOE-PP, aceptando que el alcalde fuera cualquier otro edil socialista. “No hay más vetos”, aclaró Moure.  Esa es la hoja de ruta popular. Villarino ha de estar fuera sí o sí, ya que quieren evitar “que ponga a un títere” y pueda gobernar el Concello “en la sombra” o directamente forzando después la dimisión del que se coloque de regidor. 

Si el PSOE aceptase esos condicionantes, dicen los populares que se sentarían a negociar un gobierno alternativo “mañana mismo”.  Tras quedar clara la posición popular, en la mente de muchos ourensanos está la pregunta del millón: “¿Qué ha hecho Villarino para merecer esto?”  Los populares mantienen que es “el peor político local que ha tenido Ourense” y que les ha traicionado a ellos y a su partido, por lo que “no nos fiamos de sus verdaderas intenciones”. Creen que intenta camuflar su preocupación en “frenar los movimientos dentro de su partido” con un supuesto interés por el bienestar de la ciudad. Y le recuerdan, entre otras cosas, su intento de derrocar a Manuel Baltar en la Diputación. “Entonces se ofrecía a mantener a Jácome en la Alcaldía para presidir el gobierno provincial. Ahí no le molestaba el actual alcalde”, recuerdan.

Dicen tener “fundamentos jurídicos” de que si el actual portavoz socialista se aparta pero no deja su acta, “podría volver en cualquier momento y convertirse en alcalde”. Por eso no dan credibilidad a los movimientos de los últimos días. El PP sabe que comunicar este mensaje a la ciudadanía no es fácil y que da la impresión de que ponen excusas, pero insisten en que Villarino es más nocivo incluso que el Jácome del que decían ser “letal para Ourense”. Por ello, quieren lanzar el mensaje contrario al que intentan insuflar los socialistas: “Jácome será alcalde mientras Villarino quiera”.  

En el único punto que se ve acercamiento entre el PP y el resto de fuerzas es en la necesidad de “estabilidad” política para la ciudad.  

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