El gobierno municipal prevé aprobar en breve los pliegos de condiciones para convocar un concurso que permita transformar en infraestructura termal -posiblemente un hotel balneario- la antigua cárcel de Progreso. Desde el Concello se considera que el proyecto puede resultar atractivo para las empresas del sector, incluso con la crisis económica actual, al tratarse de un lugar céntrico, emblemático y tener unas características singulares. No en vano, en diversas ocasiones fuentes de los grupos de gobierno aseguraron que existía interés en ese proyecto por parte de varias empresas del sector hotelero y termal.
Sin embargo, al margen de este concurso cualquier actuación en la antigua prisión depende, al igual que en los Baños de Outeiro y en Xardín das Burgas (ambas parcelas de titularidad privada), de la aprobación de un estudio de detalle del área de reparto que los engloba y que todavía se encuentra en una fase de inicio. Las previsiones municipales apuntan a que este documento urbanístico haya superado toda la tramitación en un plazo aproximado de seis y ocho meses. Además del estudio de detalle se precisa otro de equidistribución -para repartir las cargas de urbanización entre los distintos propietarios-.
Con todo, aunque el Concello posee más del 50% del área de reparto, lo cierto es que el desarrollo de esta zona depende mucho de las negociaciones con los particulares, y especialmente con Xardín das Burgas, que ha visto reducida notablemente la edificabilidad en su solar.
FRANCISCO JAVIER SOTO VARELA, GERENTE DEL GRUPO CALDARIA
La Fundación San Rosendo y el Grupo Caldaria son sinónimos de termalismo en la provincia y, como tales, conocedores del potencial de la ciudad en este sector.
¿Conocen los operadores hoteleros el potencial termal de la ciudad?
Los operadores sí que lo conocen pero Ourense tampoco es un lugar en el que exista un proyecto funcionando al uso de lo que los inversores consideran algo de peso.
¿A qué se refiere con la falta de proyecto al uso?
A que no hay un balneario en la ciudad. El termalismo tiene mucho potencial de venta en el ámbito de la salud y eso es lo que hoy no tiene la ciudad. Además, Ourense no tiene la tradición termal de otras ciudades, con una tradición ancestral en esta materia.
¿Qué le parece la idea del Concello de transformar la antigua prisión de Progreso en hotel balneario?
La ubicación es buena, pero también se requiere otro tipo de condiciones, que haya un entorno adecuado para un balneario. ¿Un hotel urbano puro? Bien, pero quizá no sea lo más interesante. Para un balneario en As Burgas hay que trabajar el entorno, creo que es un punto que tendría que ver un inversor.
Alguna vez se ha hablado de la posibilidad de un hotel balneario de Caldaria en la ciudad. ¿Tienen en marcha algún proyecto de estas características?
Se ha barajado siempre, pero le toca más al patronato (de la fundación) tomar una decisión en ese ámbito. Es un proyecto que Benigno (Moure) siempre consideró importante y estratégico para el crecimiento de la ciudad. La fundación siempre se ha planteado el termalismo como una línea de desarrollo para coayudar a que se atrajese turismo a la provincia. En esa línea, el plan estratégico que apunta la fundación para el desarrollo de la provincia estaría en ese salto importante para convertir Ourense en destino termal, pero para eso tiene que haber un termalismo de calidad.
¿Significa eso que hay algún proyecto en mente?
No, lo que significa es que si (la fundación) tiene oportunidad, seguro que lo va a desarrollar.
Con todo, aunque el Concello posee más del 50% del área de reparto, lo cierto es que el desarrollo de esta zona depende mucho de las negociaciones con los particulares, y especialmente con Xardín das Burgas, que ha visto reducida notablemente la edificabilidad en su solar.
FRANCISCO JAVIER SOTO VARELA, GERENTE DEL GRUPO CALDARIA
La Fundación San Rosendo y el Grupo Caldaria son sinónimos de termalismo en la provincia y, como tales, conocedores del potencial de la ciudad en este sector.
¿Conocen los operadores hoteleros el potencial termal de la ciudad?
Los operadores sí que lo conocen pero Ourense tampoco es un lugar en el que exista un proyecto funcionando al uso de lo que los inversores consideran algo de peso.
¿A qué se refiere con la falta de proyecto al uso?
A que no hay un balneario en la ciudad. El termalismo tiene mucho potencial de venta en el ámbito de la salud y eso es lo que hoy no tiene la ciudad. Además, Ourense no tiene la tradición termal de otras ciudades, con una tradición ancestral en esta materia.
¿Qué le parece la idea del Concello de transformar la antigua prisión de Progreso en hotel balneario?
La ubicación es buena, pero también se requiere otro tipo de condiciones, que haya un entorno adecuado para un balneario. ¿Un hotel urbano puro? Bien, pero quizá no sea lo más interesante. Para un balneario en As Burgas hay que trabajar el entorno, creo que es un punto que tendría que ver un inversor.
Alguna vez se ha hablado de la posibilidad de un hotel balneario de Caldaria en la ciudad. ¿Tienen en marcha algún proyecto de estas características?
Se ha barajado siempre, pero le toca más al patronato (de la fundación) tomar una decisión en ese ámbito. Es un proyecto que Benigno (Moure) siempre consideró importante y estratégico para el crecimiento de la ciudad. La fundación siempre se ha planteado el termalismo como una línea de desarrollo para coayudar a que se atrajese turismo a la provincia. En esa línea, el plan estratégico que apunta la fundación para el desarrollo de la provincia estaría en ese salto importante para convertir Ourense en destino termal, pero para eso tiene que haber un termalismo de calidad.
¿Significa eso que hay algún proyecto en mente?
No, lo que significa es que si (la fundación) tiene oportunidad, seguro que lo va a desarrollar.
