IGLESIA

La provincia cuenta con 252 curas para más de 1.000 parroquias

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photo_camera Jacobo Curto oficia una misa en la parroquia de Olelas, en Entrimo.

Un total de 135 de estos sacerdotes están ya en edad de jubilación, al haber superado los 65 años, y tan sólo 43 se sitúan por debajo de los 40

Poco más de 250 sacerdotes (252 en total) deben atender las 1.004 parroquias que hay repartidas en las dos diócesis de la provincia (735 en la de Ourense y 269 pertenecientes a Astorga). Aunque en principio el reparto sería de cuatro parroquias por religioso, la realidad no es esa, ya que las situadas en la ciudad necesitan contar con más de un sacerdote y algunas de las villas también, por lo que el resto de la "plantilla" de curas debe asumir hasta siete u ocho parroquias en ocasiones. Es el caso de Jacobo Curto, ourensano de 34 años y sacerdote desde 2011, que atiende ocho parroquias en la Baixa Limia -la comarca con mayor índice de envejecimiento de toda Galicia, según los datos del Instituto Galego de Estatística-. "En un fin de semana puedo hacer alrededor de 200 kilómetros, si tengo que ir desde Ourense, aunque cuando quedo en Entrimo se reduce a unos 40 o 50", señala, al tiempo que subraya que "las parroquias están bien atendidas" y que "los feligreses entienden que no se puede abarcar todo como hace años".

Quizás "la mayor dificultad se produce cuando llegan las fiestas, ya que coinciden los horarios de celebración habitualmente y hay que reorganizarse, pero la gente lo entiende; de hecho me comentaba un feligrés hace poco que ‘usted venga cuando pueda’, con motivo, precisamente de una de estas celebraciones", añade este joven sacerdote que ayer oficiaba misa, entre otras, en la parroquia de Olelas (Entrimo), lindando con Portugal.

Él es uno de los pocos sacerdotes con los que cuenta la provincia menores de 40 años; de hecho, de los 252 al servicio de las parroquias -son 304 sacerdotes en la provincia en total-, tan sólo una quinta parte, 43, tienen menos de esa edad -de ellos, tan sólo uno en la Diócesis de Astorga, que abarca las zonas de Valdeorras, O Bolo y Viana-.

Precisamente en Viana, estuvo destinado durante bastante tiempo Ángel Sánchez Cao, de 62 años y a punto de cumplir los 40 como religioso. "En aquella época venía recorriendo una media de 40 kilómetros cada fin de semana", recuerda este veterano sacerdote que ahora tiene a su cargo siete parroquias de la zona de Valdeorras, "un arciprestazgo, el de O Barco, con el movimiento sacramental (bautizos, comuniones, bodas...) más elevado de toda Galicia", a pesar de lo cual "no me veo agobiado todavía, oficio tres misas dominicales y los otros pueblos los atiendo el sábado".

Francisco Fernández de Dios, vicario de Pastoral de la Diócesis de Ourense, explica que, a la hora de distribuir el clero "debemos mirar las circunstancias de población que hay en las diferentes parroquias, la situación geográfica que tienen, el trabajo pastoral que requiere... y todo eso adaptarlo a la edad de la persona para atender a nuestros feligreses lo mejor posible". Cuando se le pregunta cuál es el máximo de parroquias que puede atender un cura en la provincia es categórico: "No hay límite, aunque sí lo hay para las misas, que no pueden ser más de tres en un domingo, salvo circunstancias especiales".

El vicario de Pastoral reconoce que el envejecimiento de la plantilla provincial de sacerdotes -en 2015 hubo 14 bajas y ni una sola alta- obliga "a reorganizarse" y en este sentido, "el Sínodo que acaba de arrancar tendrá éste como uno de sus ejes centrales". Uno de los puntos que se avanza ya por parte de Francisco Pernas de cara al futuro es que "los seglares deben ayudar en más funciones que las que vienen realizando hasta ahora".

En todo caso, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, apunta que "como Iglesia en Ourense vivimos con esperanza el futuro de las vocaciones" y añade que "Dios sigue llamando a nuestros niños y jóvenes, la dificultad está en que el ambiente en que se mueven es muy complejo y en ocasiones hostil al hecho religioso". Una hostilidad ambiental que han superado los cuatro nuevos curas que se ordenan en junio.

González: “Los feligreses ayudan a vigilar los templos”

El delegado episcopal del Patrimonio, Miguel Ángel González, reconoce que la falta de atención diaria de  muchas  parroquias, conlleva un riesgo de  robos de bienes patrimoniales en su interior. Recuerda  que "hace tres o cuatro años hubo una oleada de robos en la zona de Monterrei y Verín, y nunca se volvió a saber nada de esas piezas sustraídas, salvo aquellas dos estatuas de la iglesia de Monterrei que dejaron tiradas en una cuneta".

Jacobo Curto añade que "hace escasamente dos meses se produjo un robo en Santa María La Real de Entrimo, de donde se llevaron un  mantel, dinero y varios objetos". González explica que en este sentido, "realizan una importante tarea los feligreses, que se ocupan de cuidar esos templos y su contenido, lo malo es cuando los habitantes de esos pueblos envejecen y cada vez se les hace más difícil realizar esa tarea".

Por otra parte, "hay una serie de piezas que, por seguridad, se guardan en el Obispado de Ourense, pero lo cierto es que no contamos con un Museo Diocesano donde acoger todas las piezas repartidas por las iglesias de la provincia".

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