Más de 1.600 militantes decidirán entre tres candidatos con el objetivo de alcanzar la Diputación
El PSOE se juega hoy su futuro en la provincia con el objetivo de recuperar, al menos, el poder que tenía hace 10 años y, como se ha dejado entrever ver en la campaña, con el ambicioso reto de luchar por hacerse con la presidencia de la Diputación en el año 2019.
Eso en el plano puramente político, porque la principal palabra que se ha escuchado estas últimas semanas en una punta a otra de la provincia ha sido el de la "unión" de una militancia que ha vivido una convulsa etapa acompañada de enfrentamientos internos, que desembocó el pasado mes de noviembre en la dimisión de la mitad de la ejecutiva provincial y el nombramiento de una gestora por parte del recién elegido secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero.
Tres candidatos concurren a unas elecciones primarias que todos coinciden en señar como claves para el futuro socialista: la parlamentaria Noela Blanco, el alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez Villarino, y el veterano Pachi Vázquez. La carrera por la dirección provincial no la acaban todos los que la empezaron, ya que pocos días antes de dar el pistoletazo de salida a la campaña, el representante de la "tercera vía", Álvaro Vila, unió sus fuerzas con el alcalde de Amoeiro, candidato afín a Gonzalo Caballero.
Estos movimientos han dado un cierto impulso al regidor amoeirés en la ciudad, ya que es el único de los tres candidatos que no pertenece a la agrupación local.
Estas primarias tiene una espacial relevancia en la provincia al ser el PSOE la segunda formación política tanto en número de militantes como en representación municipal. Más de 1.600 afiliados y un total de 234 concejales y 28 alcaldes ponen de manifiesto el poder que todavía mantiene el partido, aunque con el reto pendiente de alcanzar el poder en la Diputación, algo que también ha marcado parte de la campaña. Atrás queda el 2007, cuando 25 de los 92 concellos estaban gobernados por socialistas, o los cinco diputados ourensanos del PSOE en el Parlamento en 2009, que se vieron reducidos a dos en la actualidad.
Pero en estas primarias no solo se dilucidará el futuro a nivel provincial, sino que a nivel autonómico está en juego el poder de Gonzalo Caballero, que perdió sus envites en sendos procesos internos de Pontevedra y Lugo, donde ganaron los afines a las baronías. Hoy, las miradas estará puestas en Rafael Villarino, sin duda el candidato más afín al caballerismo.
Con todos estos ingredientes, el interés en este proceso interno ha ido in crescendo a lo largo de las últimas semanas y la participación podría ser superior a la registrada en las primarias gallegas e incluso acercarse a las federales, en las que la lucha entre Pedro Sánchez y Susana Díaz consiguió implicar al 81% de la militancia.
En los comicios internos a nivel autonómico, el duelo entre Caballero y Villoslada no despertó mucha expectación, y apenas atrajo a las urnas a algo menos del millar de afiliados.
Una campaña tensa entre tres proyectos en búsqueda de la unión de la militancia
Hoy se enfrentan tres candidatos que han llamado en campaña a "pasar páxina", como Noela Blanco, a "atreverse a cambiar", como Rafael Villarino –con el objetivo claro de alcanzar la Diputación–, o a la "integración e o acordo", de lo que hizo bandera Pachi Vázquez. El pasado ha sido protagonista de este proceso y los máximos exponentes han sido Villarino y Blanco, que se han dirigido fuertes críticas por sus apoyos pretéritos. Blanco puso en duda el compromiso de Villarino con el proyecto de Sánchez, mientras que el de Amoeiro recordó los vaivenes de esta, poniendo en duda su papel de defensora del sanchismo. A Vázquez se le atribuyó poca capacidad de renovación, ante lo que presume de saber "o nome de case todos os militantes".
Si no hay mayoría absoluta, la segunda vuelta será el próximo 30 de diciembre
Las votaciones de hoy podrían no ser las últimas de este año a nivel interno en el PSOE ourensano, como consecuencia del nuevo sistema de primarias que puso en marcha la Ejecutiva Federal socialista y que ha sido implantada en Galicia por primera vez en los procesos provinciales. Como novedad, además de rebajar al 3% el número de avales necesarios para poder presentar candidaturas, destaca el sistema a doble vuelta que propiciará que, si en el día de hoy ninguno de los candidatos alcanza el 50% de los sufragios, haya una nueva votación el próximo 30 de diciembre, en la que se enfrentarían los dos más votados. Todo apunta a que así será, y que habrá una nueva cita con las urnas antes de que acabe 2017.
