La aceptación, por parte del gobierno municipal socialista de Ourense, de las condiciones del BNG para regular el uso de la asignación destinada a los grupos políticos, permitió al alcalde sumar los apoyos necesarios para evitar su reprobación, pedida por el PP con apoyo de DO. A cambio, el gobierno local de la ciudad tendrá que devolver lo pagado de forma impropia, asumir responsabilidades políticas dentro del grupo municipal y consensuar en una próxima reunión de portavoces medidas de transparencia en el uso de los plémicos fondos.
El alcalde, Agustín Fernández, cerraba la sesión -a duras penas, por las continuas interrupciones del portavoz del PP, Rosendo Fernández- pidiendo de nuevo disculpas por el gasto, 'inadecuado' aunque 'legal', de dinero público en la compra de alcohol y en fiestas del grupo y de la militancia socialista. Pero también criticó al PP porque el uso de sus propios fondos -del que los populares han mostrado un escueto resumen, con el que alardearon ayer de haber sido los primeros en publicitarlo en la página web del partido- dedica demasiado a publicidad y gastos de representación, y por la actitud de este grupo mayoritario de la oposición que, reprochó, denuncia sistemáticamente contrataciones de personal y gestión de subvenciones por una estrategia de 'oposición destructiva' que también sería merecedora de 'reprobación'.
PETICIÓN DE VOTO SECRETO
Abrió el debate plenario Rosendo Fernández, que firmaba la petición de reprobación del alcalde. Pidió sin éxito que el voto fuese secreto y arremetió contra el regidor, al que llamó 'desnortado' y consideró 'desbordado' por una situación 'que Ourense non se merece', por lo que le animó a dimitir. Advirtió de un posible delito de falsedad documental en el préstamo concedido al funcionario de Recaudación con cargo a la asignación del grupo socialista -aunque el alcalde explicó, en su calidad de inspector de Hacienda, que era legal- y propuso, en su declaración de intenciones, que se detallen todos los justificantes de gastos y que los próximos presupuestos sean más rigurosos con la gestión de este fondo asignado a los grupos, ahora 174.000 euros netos al año. Fernández también pidió al Bloque que no amparase al grupo socialista, so pena de convertirse en 'cómplice' de un gobierno cuestionado y de perder 'a lexitimidade para falar de ética e de decencia política'.
El nacionalista Xosé Somoza respondió con dureza al PP -'fai falla ter pouca vergoña para dicir que gobernaría con nós só 24 horas despois de chamarnos mamarrachos (en el pleno del viernes)'-, pero sobre todo a DO, la formación de Gonzalo Pérez Jácome, cuya legitimidad cuestionó al valorar el uso que da a su fondo municipal: 'A financiación dunha televisión que ten espíritu lucrativo' con medios públicos. 'Fáganos socios, alomenos', ya que se financia 'con diñeiro dos ourensáns', ironizó Somoza.
El destino de la asignación de DO al canal de Pérez Jácome se convirtió por momentos en protagonista del pleno; por ejemplo, cuando la portavoz de esa formación, Susana Gómez, intentó justificar ese gasto criticando la inversión en comunicación que realizó el grupo de gobierno (cuando cogobernaba el BNG), en Telemiño, en 2011, para divulgar la actividad municipal de interés público.
En representación del PSOE intervino José Ángel Vázquez Barquero, que reconoció falta de 'sentido común' en algunos gastos, prometió enmendar lo sucedido y pidió al alcalde que continuase en su puesto, 'que resista e teña amplitude de miras porque conta cun gran proxecto de cidade e ten o apoio de todo o grupo'.
PETICIÓN DE VOTO SECRETO
Abrió el debate plenario Rosendo Fernández, que firmaba la petición de reprobación del alcalde. Pidió sin éxito que el voto fuese secreto y arremetió contra el regidor, al que llamó 'desnortado' y consideró 'desbordado' por una situación 'que Ourense non se merece', por lo que le animó a dimitir. Advirtió de un posible delito de falsedad documental en el préstamo concedido al funcionario de Recaudación con cargo a la asignación del grupo socialista -aunque el alcalde explicó, en su calidad de inspector de Hacienda, que era legal- y propuso, en su declaración de intenciones, que se detallen todos los justificantes de gastos y que los próximos presupuestos sean más rigurosos con la gestión de este fondo asignado a los grupos, ahora 174.000 euros netos al año. Fernández también pidió al Bloque que no amparase al grupo socialista, so pena de convertirse en 'cómplice' de un gobierno cuestionado y de perder 'a lexitimidade para falar de ética e de decencia política'.
El nacionalista Xosé Somoza respondió con dureza al PP -'fai falla ter pouca vergoña para dicir que gobernaría con nós só 24 horas despois de chamarnos mamarrachos (en el pleno del viernes)'-, pero sobre todo a DO, la formación de Gonzalo Pérez Jácome, cuya legitimidad cuestionó al valorar el uso que da a su fondo municipal: 'A financiación dunha televisión que ten espíritu lucrativo' con medios públicos. 'Fáganos socios, alomenos', ya que se financia 'con diñeiro dos ourensáns', ironizó Somoza.
El destino de la asignación de DO al canal de Pérez Jácome se convirtió por momentos en protagonista del pleno; por ejemplo, cuando la portavoz de esa formación, Susana Gómez, intentó justificar ese gasto criticando la inversión en comunicación que realizó el grupo de gobierno (cuando cogobernaba el BNG), en Telemiño, en 2011, para divulgar la actividad municipal de interés público.
En representación del PSOE intervino José Ángel Vázquez Barquero, que reconoció falta de 'sentido común' en algunos gastos, prometió enmendar lo sucedido y pidió al alcalde que continuase en su puesto, 'que resista e teña amplitude de miras porque conta cun gran proxecto de cidade e ten o apoio de todo o grupo'.
