El alcalde de Paderne primero y los vecinos de Solveira después pusieron ayer sobre la mesa de Anxo Quintana una posible modificación del proyecto del Val da Rabeda en la zona. Quintana se comprometió con los afectados a estudiar el tema.
La agenda institucional del vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, lo trajo ayer hasta la delegación provincial de Vicepresidencia, donde tenía concertadas una entrevista con el alcalde de Esgos Manuel Blanco, y otra con el regidor municipal de Paderne, José Manuel Fernández.
En su presencia en Ourense, Anxo Quintana fue testigo directo de las quejas con que un grupo de vecinos ha sido recibido el ambicioso proyecto empresarial previsto para la provincia, el del Val da Rabeda. Desde el pasado mes de enero, este grupo de vecinos de Paderne de Allariz reclaman una modificación del proyecto. Su reivindicación pasa por que el polígono que se prevé construir en la zona se retire a 200 metros de las casas, que no se ejecute el vial proyectado en la zona norte, con el que se verían afectadas varias casas, y que se fijen las zonas verdes cerca del núcleo poblacional de Solveira.
El alcalde de Paderne trasladó estas inquietudes al vicepresidente, pero no fue el único. Un grupo de vecinos afectados se presentó en la sede de Vicepresidencia para hacerse oír. Anxo Quintana los atendió por espacio de 15 minutos pero no ofreció ninguna respuesta firme, en ese momento, tal y como explicaron después los vecinos. Eso sí, se comprometió a estudiar sus peticiones y trasladar una respuesta al respecto durante la próxima semana.
Dotaciones sociales
Por su parte, el alcalde de Esgos, Manuel Blanco, aprovechó su encuentro con Anxo Quintana para reclamar mejores dotaciones sociales para el municipio. En concreto, abordó la puesta en marcha del Centro de Día prácticamente terminado y, sobre todo, la construcción de la residencia de la tercera edad. Sobre este particular, Manuel Blanco se presentó ante el vicepresidente con un proyecto en el que se recogen ya las actuaciones necesarias e incluso el presupuesto que requeriría sacarla adelante.
En su presencia en Ourense, Anxo Quintana fue testigo directo de las quejas con que un grupo de vecinos ha sido recibido el ambicioso proyecto empresarial previsto para la provincia, el del Val da Rabeda. Desde el pasado mes de enero, este grupo de vecinos de Paderne de Allariz reclaman una modificación del proyecto. Su reivindicación pasa por que el polígono que se prevé construir en la zona se retire a 200 metros de las casas, que no se ejecute el vial proyectado en la zona norte, con el que se verían afectadas varias casas, y que se fijen las zonas verdes cerca del núcleo poblacional de Solveira.
El alcalde de Paderne trasladó estas inquietudes al vicepresidente, pero no fue el único. Un grupo de vecinos afectados se presentó en la sede de Vicepresidencia para hacerse oír. Anxo Quintana los atendió por espacio de 15 minutos pero no ofreció ninguna respuesta firme, en ese momento, tal y como explicaron después los vecinos. Eso sí, se comprometió a estudiar sus peticiones y trasladar una respuesta al respecto durante la próxima semana.
Dotaciones sociales
Por su parte, el alcalde de Esgos, Manuel Blanco, aprovechó su encuentro con Anxo Quintana para reclamar mejores dotaciones sociales para el municipio. En concreto, abordó la puesta en marcha del Centro de Día prácticamente terminado y, sobre todo, la construcción de la residencia de la tercera edad. Sobre este particular, Manuel Blanco se presentó ante el vicepresidente con un proyecto en el que se recogen ya las actuaciones necesarias e incluso el presupuesto que requeriría sacarla adelante.
