En aquellos años sesenta, la llegada a Ourense de un circo era todo un acontecimiento que rompía por unos días la monotonía provinciana de una ciudad en la que no pasaba nada. Y el circo era noticia. Muchos años después, en un homenaje que se le hizo en Vigo a los Hermanos Tonetti, uno de ellos trágicamente fallecido, les pregunté cómo era posible que en cada ciudad supieran las cosas comentables que le servían para sus chistes y parodias. Y me contaron que el truco estaba en que cuando planificaban una ruta se iban haciendo previamente con periódicos locales a través de los cuales se enteraban de la vida local. Así que ya saben que La Región fue en su día libreto del que los Tonetti sacaron algunas de sus historias, entre las que la más famosa fue la célebre parodia de “la pescadera”.
Como yo los viera de pequeño muchas veces en Lugo y en Ourense fue muy emocionante conocerlos. Eran santaderinos y se llamaban José y Manolo Villa del Río. Este último era el augusto, el de la cara blanca, y el otro, el clown, que es el personaje más divertido que hace las jugarretas al otro. Me contaron que se pusieron ese nombre en homenaje al célebre payaso italiano Antonet. Como empresarios crearon el circo Atlas, que venía con frecuencia a Ourense, que era una plaza agradecida en la que siempre llenaban y permanecían varios días. Pero fue la ciudad de Vigo la que les rindió homenaje por parte del Ayuntamiento que presidía el ourensano Manolo Soto, quien recordaba los buenos momentos que todos pasamos con ellos cuando el circo se instalaba en los Remedios y rememoramos aquellos tiempos.
No deja de ser una triste historia que un personaje que tanto nos hizo reír como Manolo, afectado por una terrible depresión, se quitara la vida en 1982. Pero la memoria de estos dos hermanos sigue viva en un premio que lleva su nombre en Bilbao a personas que destaquen en labores humanitarias y que fue otorgado en su día a Nelson Mandela. Además, en Santander se creó el Premio Internacional de Circo Hermanos Tonetti, cuyo jurado está compuesto por promotores y directores de algunos de los mejores circos y espectáculos del mundo.
José Villa del Río fundó el Club de Payasos Españoles y Artistas del Circo, de carácter benéfico, con el que actuaron desinteresadamente en numerosas ciudades españolas. Este querido personaje que tanto nos hizo disfrutar a todos falleció a los 83 años de un infarto cerebral en el año 2004 y sus cenizas fueron arrojadas al mar en la costa santanderina.
Siempre he pensado que en el campo de los Remedios de Ourense, si hubiera sensibilidad para ello, debería colocar una placa que recordara todo lo que fue aquel espacio en la historia de la ciudad. Y es de lo más variado, desde “campo del honor”, donde se celebraban duelos hasta que fueron prohibidos; ferias con aquellos charlatanes notables de los que hablaré con detalle otro día, algunas ediciones da Festa do Magosto, corridas de toros en una plaza portátil y una serie de actividades más, aunque la más recordada para mí sea precisamente el circo.
Me contaban los Tonnetti que Ourense era una de las mejores plazas de su ruta, por lo que en esta ciudad permanecían más días. El circo daba dos funciones, una de tarde y otra de noche. Y como cuento, siempre preparaban algunos chascarrillos con episodios e historias sacadas de las páginas de La Región. Como a sus funciones iba un representante de la autoridad gubernativa y de Información y Turismo en la época de la censura, tenían que ser muy comedidos en el lenguaje y los episodios, no fuera a ser. Pero pese a ello, para los chavales de aquel tiempo, lo mejor y más esperado del circo era el número de los payasos, sobre todo si eran los Tonetti, y yo tuve la suerte de conocerlos en persona en un lejano, pero recordado día.
