Sólo los expedientes del Casco Vello se mantienen en esta situación

El registro de solares no avanza tras caer el Plan

Una de las medidas que trató de impulsar la concejal de Urbanismo, Áurea Soto, desde que asumió este departamento municipal fue la puesta en marcha de un registro de solares que incorporara aquellos suelos abandonados con el objetivo de forzar a sus propietarios a la rehabilitación del edificio -en caso de que hubiera uno ruinoso- o a edificar. Sin embargo, tres años después, la incidencia de esta ordenanza no ha sido demasiado significativa y Urbanismo sólo mantenía 20 expedientes abiertos por esta causa.
Sin embargo, la anulación definitiva del Plan Xeral de 2003, el pasado mes de marzo, supuso en cierta medida un revés en la aplicación de esta norma. Así, de los solares incluidos, los tres únicos que se encontraban fuera del Casco Histórico -dos en Progreso y uno en Alejandro Pedrosa- han quedado en nada con la anulación de la norma urbanística en la que se había asentado esa inclusión en el registro de solares que, por otra parte, había sido recurrida en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo por los propietarios de los mismos.

Distinta es, según fuentes de Urbanismo, la situación de los 17 solares restantes, ubicados en el Casco Vello de la ciudad. Y es que en esta zona está vigente un Plan Especial de Rehabilitación Integral que precisamente nació con el plan urbanístico vigente tras la anulación del de 2003, el planeamiento de 1986. En estos casos, no obstante, todavía no se ha cumplido el plazo establecido por la ordenanza municipal de dos años para que los propietarios actúen en el solar incluido en el registro.

A pesar de todo, en el Casco Histórico, los expedientes fueron abiertos a solares abandonados o edificios en ruinas, quedando fuera de esta inclusión en el registro aquellos que habían presentado en la institución municipal proyectos de rehabilitación o demolición (dependiendo de la situación en la que se encuentren los inmuebles). De todas formas, las indicaciones actuales de la oficina municipal del Peri apuntan a la conservación -en condiciones de seguridad- de al menos de la fachada de los edificios, precisamente con el propósito de evitar que las calles de uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad luzcan significativos huecos.

Al margen de la dificultad en la tramitación de este tipo de expedientes -es necesario localizar a los dueños, cuestión complicada sobre todo en el Casco Vello, donde la propiedad está muy fragmentada- y de los recursos que pueden presentar los titulares de los terrenos, la difícil situación económica también complica la construcción de nuevos edificios o la rehabilitación.

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