Como es habitual desde hace 22 años al finalizar el curso pastoral el Consejo diocesano de Pastoral de la Diócesis de Ourense se reúne en el santuario de Os Milagros para fijar el lema, objetivos y acciones concretas del próximo curso y también del trienio
Como es habitual desde hace 22 años al finalizar el curso pastoral el Consejo diocesano de Pastoral de la Diócesis de Ourense se reúne en el santuario de Os Milagros para fijar el lema, objetivos y acciones concretas del próximo curso y también del trienio, en que el Sínodo seguirá siendo el centro de la vida diocesana. Francisco Pernas, vicario para la Pastoral de la Diócesis ourensana, preside esta reunión que remata hoy.
¿Qué se ha tratado hasta el momento en esta reunión del Consejo diocesano?
La programación tiene dos aspectos, marcar el camino del trienio entre 2018 y 2021, con lema y objetivos, y fijar el camino de este año, con objetivos, lemas y acciones para el próximo curso 2018-2019. El Sínodo ha estado marcando el contenido y actuaciones durante los dos cursos anteriores y lo hará también el próximo.
¿Cuáles son las decisiones ya consensuadas?
Hemos avanzado en el marco doctrinal para este curso que girará en torno al trabajo de los grupos sinodales desde el punto de vista de la celebración litúrgica, que será el instrumento tercero del Sínodo, que fue una ponencia presentada por Raúl González Afonso, y de la educación en la fe que será el cuarto instrumento de los trabajos sinodales en base a una ponencia del relator Xosé Manuel Domínguez.
¿Y en cuanto al lema?
Hemos elegido para este trienio 2018-2021 la frase del evangelio de San Lucas " ...y se puso a caminar con ellos", recordando que somos una Iglesia en camino, que queremos estar cerca de las personas, salir a su encuentro y hacer camino con ellos, escuchando su situación vital y tratando de iluminarles desde la fe.
¿Y el objetivo?
También ha sido escogido ya para todo el trienio y es "juntos, buscar y recorrer nuevos caminos que lleven al encuentro con Cristo".
¿Qué otros instrumentos de los grupos sinodales han sido tratados ya?
En los dos cursos anteriores ya hemos tratado uno sobre la parroquia y otro sobre la caridad en la vida de la Iglesia y el testimonio público de los laicos.
¿Estas reuniones sinodales en qué se traducen?
Por lo que estamos viendo se va traduciendo en una llamada a renovar los procesos educativos de la fe, a revitalizar las celebraciones litúrgicas, renovarlas en todo aquello que sea posible para hacerlas más participativas y que haya una participación más consciente, con un sentido más alegre y más festivo.
¿En qué sentido?
Se trata de que haya más alegría, más entusiasmo en las celebraciones litúrgicas, porque parece que haya siempre lamentos y quejas. Ciertamente hay muchas cosas malas que debemos superar, pero también hay muchísimas cosas positivas que hay que valorar y poner de relieve. Se trata de reivindicar la fe como motivo de satisfacción; que nos sintamos gozosos de vivir nuestra fe.
