Llevaban dinero de un establecimiento de O Couto al banco y un encapuchado las atacó en la calle

Roba 25.000 euros tras golpear a dos empleadas de un súper

Imagen de la entrada del supermercado del que acababan de salir las empleadas antes de ser asaltadas. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Un encapuchado armado con un cuchillo se adueñó ayer de 25.000 euros, según los datos que manejaba el Cuerpo Nacional de Policía, cuando dos trabajadoras del supermercado Eroski-City, situado en la calle Vila Real del barrio de O Couto (Ourense), acudían a ingresarlos en una entidad bancaria. Es uno más de la preocupante serie de asaltos producidos en la última semana en la ciudad o en sus inmediaciones, algo que las fuerzas de seguridad relacionan con la actual coyuntura económica. Un bar en O Vinteún o una joyería en un centro comercial, también víctimas de los ladrones, son ejemplo de ello.
El robo de ayer casi a las puertas del supermercado se produjo sobre las once de la mañana cuando dos empleadas, que llevaban el dinero en un mochila, caminaban por la calle Salvador Dalí en dirección a la sucursal bancaria y el delincuente, según informaron fuentes judiciales, se abalanzó sobre ellas, intentando arrebatarle la mochila. Las trabajadoras comenzaron a gritar y forcejearon con el ladrón, pero éste, para hacerse con el dinero, las golpeó en la cabeza y los brazos con el mango de madera de un cuchillo que guardaba entre sus ropas.

Los gritos de socorro de las trabajadoras alarmaron a los viandantes,acudiendo alguno de ellos en su ayuda, pero el ladrón los intimidó con el cuchillo y, tras hacerse con la mochila, se dio a la fuga corriendo, perdiéndose por el propio vial.

Desde el supermercado alertaron a la Comisaría, que envió varias patrullas, que establecieron durante toda la mañana un amplio dispositivo de vigilancia, que no dio resultado. Al lugar también se desplazó una ambulancia del 061, que trasladó a las dos trabajadoras al Complexo Hospitalario, donde fueron atendidas de heridas de carácter leve.

Los agentes no descartaban que el ladrón recibiera algún tipo de información sobre el dinero desde el propio negocio, cuyos responsables declinaron ofrecer información al respecto, ni clarificaron si el dinero era el de la caja del pasado sábado o de ayer, lunes.

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