El edil suspendido de militancia socialista y "castigado" sin cargos suplió a Ageitos en la reunión
Lo que parecía una junta de área de Urbanismo de mero trámite, de las pocas que quedan ya del actual mandato, se convirtió en asunto "protagonista" entre los grupos de la oposición; todo ello por la peculiaridad de que fuese el edil socialista Antonio Rodríguez Penín, suspendido de militancia y "castigado" sin competencias desde que en diciembre de 2013 él y otros cuatro concejales -también suspendidos- plantaron un pleno municipal para evitar votar en contra de la compatibilidad a un funcionario que les asesoraba en asuntos de sus concejalías.
Antonio Rodríguez Penín restó ayer importancia a su labor de presidente de la junta de área, que fue meramente "puntual", pero causó asombro en los demás grupos políticos, que ironizaron con esa responsabilidad momentánea, consecuencia de que la concejala titular de la presidencia de esa junta -Juana Ageitos- había tenido que ausentarse por una cuestión personal, después de haber asistido a una comparecencia pública con un responsable de los comerciantes y el propio portavoz municipal del PP, Rosendo Fernández.
Rodríguez Penín forma parte de la junta de área de Urbanismo pero nunca la había presidido, tampoco cuando tenía responsabilidades en Infraestructuras, servicio asignado a esa área de gestión. La presidenta era Aurea Soto, hasta su salida del Concello, y después Ageitos. Pero ante la ausencia de ésta, el secretario de la comisión (un funcionario) pidió a Penín que se hiciese cargo de la misma, lo que el concejal socialista aceptó con total naturalidad. Eso sí, limitó su participación en la misma a escuchar y tomar nota de las preguntas que le hicieron desde la oposición -Rosendo Fernández, por ejemplo, se interesó por la contestación de las alegaciones planteadas al PXOM-.
El edil socialista, aunque suspendido de militancia, indicó, claro, que la presidencia puntual de la junta de área no supone acercamiento alguno entre el núcleo duro del alcalde, Agustín Fernández, y los otros cuatro ediles díscolos -María Devesa, Mónica Vázquez, Susana Bayo y Alfonso Vilachá-, todos también en suspenso con respecto a la afiliación al PSOE pero todos ellos, menos el propio Rodríguez Penín, con responsabilidades de gobierno.
El concejal, que como sus compañeros no forma parte de la candidatura aprobada para las municipales, precisó ayer que su problema de militancia sigue sin resolver y cree que no se tomará una resolución probablemente hasta después de las elecciones municipales. Él también planteó un acto de conciliación frente a las direcciones gallega y federal, con el mismo resultado que obtuvieron Susana Bayo, Devesa o Mónica Vázquez; es decir, nadie de la dirección acudió. Penín insistía ayer en que no hay razones para la suspensión porque nunca, dijo, rompieron la disciplina de voto al marcharse de aquel pleno por el asunto de la compatibilidad; no votaron en contra del criterio del gobierno municipal, alega, sólo se ausentaron -también lo hizo el regidor, al estar recusado- para no votar lo que consideraban una ilegalidad.
