Rogelio Álvarez es camionero y hace seis años tuvo que tomar una de las decisiones más complicadas de su vida: elegir si continuaba trabajando en Galicia o si se iba para ganar más dinero. Álvarez trabajó durante diez años en una empresa de Valdeorras, pero no estaba contento con la base de cotización que percibía en la nómina, apenas 970 euros. “Me fui porque la base en Galicia es muy baja y en Ourense concretamente la más baja de todas. Te encuentras con que estás totalmente desprotegido porque se te queda una jubilación muy pequeña”, explica.
Por ello, junto con su familia decidió hacer las maletas e irse a trabajar a Benavente. “Allí al empezar ya tenía una base de cotización de 1.900 euros, más del doble de la que tenía en Valdeorras”, comenta Álvarez, quien asegura que estaba muy contento con su trabajo en la localidad zamorana.
Pese a ello, Álvarez hizo gala de la morriña que tanto caracteriza a los gallegos y este mes tomó la decisión de regresar de nuevo a Galicia. “Negocié con una empresa que me puso una base de cotización mayor que la que tenía cuando me fui de aquí, aunque no es tan alta como la de Benavente”, confiesa.
Aun perdiendo dinero, Álvarez no dudo un segundo cuando le llegó la oferta de esta empresa y junto a su familia regresó a Valdeorras. “Hice cálculos y para 25 años que van a coger de media para la pensión de jubilación no me iba a suponer mucha diferencia y me di cuenta de que no me interesaba estar fuera de casa”, reflexiona.
