Seixalbo canta por sorpresa a los peregrinos: “Se van llorando”

Peregrinos franceses e italianos se marchan emocionados de la iglesia de San Breixo, en Seixalbo. El coro de la parroquia les sorprende dedicándoles el “Canto al peregrino” cuando entran al templo

La tranquilidad de la villa de Seixalbo sorprende al puñado de peregrinos que cada día hacen el Camino de Santiago y cruzan las calles empedradas de este cuidado núcleo rural cercano a la ciudad. Aún yendo a buen paso, les es casi imposible no detenerse a admirar bellezas como escudos, cruceiros o la iglesia de San Breixo. Es en este templo donde los caminantes de la Vía de la Plata se encuentran con una sorpresa improvisada, un regalo de los vecinos de Seixalbo que hace llorar a más de uno. Aquí, más allá del conocido deseo de “Buen camino” cuando se cruzan con los peregrinos, los residentes hasta le dedican canciones para que continúen su ruta.

“El otro día, un peregrino francés se fue llorando de la iglesia”, cuenta con alegría una de las integrantes del coro parroquial. Entre ensayos de Semana Santa, esta coral -son una docena de vecinos- hace que los peregrinos se marchen con una sonrisa de Seixalbo. “¡Vamos a cantarle al peregrino!”, lanza uno de los integrantes de la coral. Un solitario caminante italiano se sorprende entonces, sentado al final de la capilla, con el regalo de los de Seixalbo. Cada vez que llega un peregrino y descansa admirando la iglesia de San Breixo, si está la coral, se marchan con su canción dedicada.

“Quédate junto a nosotros, que la tarde está cayendo. Caminamos solos por nuestro camino, cuando vemos a la vera a un peregrino. Nuestros ojos, ciegos de tanto penar, se nos llenan de vida, se nos llenan de paz”, le cantaba ayer el coro al peregrino italiano. Aunque no lloró como el romero francés, no pudo evitar filmar lo que estaba ocurriendo. Antes de continuar con el recorrido, se fundió en un abrazo con los integrantes del coro.

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