El salario medio de los trabajadores ourensanos alcanzó los 19.515 euros brutos anuales en el ejercicio de 2010, según los últimos datos que acaba de publicar el INE. La cifra sitúa al personal ourensano en tercer lugar de Galicia, por detrás de los empleados coruñeses (que perciben una media de 20.242 euros) y pontevedreses (con 20.090 euros), aunque superando a los de Lugo (cuya retribución es de 17.604 euros brutos anuales). No obstante, el sueldo medio en todas las provincias gallegas está por debajo del estatal, donde la media asciende a 22.790 euros.
Asimismo, las cifras esconden una notable diferencia entre hombres y mujeres. En el caso de Ourense, mientras ellos percibieron ese año unos ingresos medios de 20.820 euros anuales, para las mujeres el salario medio fue notablemente inferior, quedando en 17.864 euros.
En todo caso, Ourense es la provincia gallega con menor brecha salarial entre sexos. En el caso de Lugo, la diferencia entre lo que perciben hombres y mujeres alcanza los 6.000 euros brutos al año, mientras en Pontevedra y A Coruña ronda los 5.000 euros.
Asimismo, los datos muestran una notable diferencia por edades (los trabajadores que más ganan son los del colectivo entre 35 y 55 años) y sobre todo por nivel de estudios, ya que la retribución bruta anual de los que tienen estudios superiores prácticamente duplica a la de quienes sólo poseen educación básica.
Los datos ofrecidos por el IGE no reflejan las causas de la diferencia salarial entre sexos, y desde los sindicatos constatan que 'nos convenios non se aprecia de forma directa esa discriminación', según indica Etelvino Blanco, secretario comarcal de la CIG, sino que se suele realizar 'de modo indirecto', a través de pluses, complementos o promociones, de los que se benefician más los hombres. A modo de ejemplo, explica que el convenio provincial de la limpieza contempla las categorías de limpiador y especialista, y mientras en la primera existe una gran mayoría de mujeres, en la segunda ocurre todo lo contrario, predominan los hombres. A ello se une otro factor: la feminización de sectores con sueldos más bajos, como son precisamente el de la limpieza u otros como comercio o textil.
Por otra parte, Blanco constata que sigue existiendo discriminación de la mujer por razón de maternidad, ya que no sólo perjudica a sus posibilidades de promoción, sino que siguen produciéndose casos de mujeres que, tras ser madres, sufren una rebaja de categoría 'o incluso o despido', señala.
En todo caso, los datos más actualizados que ofrece el IGE son de 2010 y, a día de hoy, seguramente hayan quedado desfasados. 'Estase producindo unha caída xeralizada das retribucións dos dous sexos á baixa', indica. En todo caso, aunque considera que la brecha puede haberse reducido porque la crisis afectó en gran medida a hombres que tenían puestos con una elevada antigüedad, 'as diferencias seguien aí e o máis grave é que segue habendo marxinación', lamenta.
En todo caso, Ourense es la provincia gallega con menor brecha salarial entre sexos. En el caso de Lugo, la diferencia entre lo que perciben hombres y mujeres alcanza los 6.000 euros brutos al año, mientras en Pontevedra y A Coruña ronda los 5.000 euros.
Asimismo, los datos muestran una notable diferencia por edades (los trabajadores que más ganan son los del colectivo entre 35 y 55 años) y sobre todo por nivel de estudios, ya que la retribución bruta anual de los que tienen estudios superiores prácticamente duplica a la de quienes sólo poseen educación básica.
Los datos ofrecidos por el IGE no reflejan las causas de la diferencia salarial entre sexos, y desde los sindicatos constatan que 'nos convenios non se aprecia de forma directa esa discriminación', según indica Etelvino Blanco, secretario comarcal de la CIG, sino que se suele realizar 'de modo indirecto', a través de pluses, complementos o promociones, de los que se benefician más los hombres. A modo de ejemplo, explica que el convenio provincial de la limpieza contempla las categorías de limpiador y especialista, y mientras en la primera existe una gran mayoría de mujeres, en la segunda ocurre todo lo contrario, predominan los hombres. A ello se une otro factor: la feminización de sectores con sueldos más bajos, como son precisamente el de la limpieza u otros como comercio o textil.
Por otra parte, Blanco constata que sigue existiendo discriminación de la mujer por razón de maternidad, ya que no sólo perjudica a sus posibilidades de promoción, sino que siguen produciéndose casos de mujeres que, tras ser madres, sufren una rebaja de categoría 'o incluso o despido', señala.
En todo caso, los datos más actualizados que ofrece el IGE son de 2010 y, a día de hoy, seguramente hayan quedado desfasados. 'Estase producindo unha caída xeralizada das retribucións dos dous sexos á baixa', indica. En todo caso, aunque considera que la brecha puede haberse reducido porque la crisis afectó en gran medida a hombres que tenían puestos con una elevada antigüedad, 'as diferencias seguien aí e o máis grave é que segue habendo marxinación', lamenta.
