El acusado, quien tras un permiso intentó pasar cocaína y heroína a prisión, fue absuelto por la Audiencia
José Luis Fernández deberá sentarse de nuevo en el banquillo de la Audiencia por los mismo hechos que lo llevaron hasta allí el 10 de julio del pasado año: una acusación por tráfico de drogas en el interior de la prisión de Pereiro de Aguiar. El inculpado entes de ser sometido a una exploración radiológica y ecográfica en el hospital, autorizada por el Juzgado de Vigilancia Penitencia de Lugo, entregó voluntariamente un preservativo que llevaba en el recto con 15 bolsitas de heroína y otras cinco de cocaína, con un peso de catorce y cuatro gramos, respectivamente.
Pero aún pesando las evidencias del hallazgo, la Audiencia de Ourense decidió absolverlo porque el fiscal, quien pedía para el inculpado siete años de prisión y 6.000 euros de multa, en su relato acusatorio no precisó que esa droga estaba preordenada al tráfico si bien el cacheo se efectuó ante las evidencias de que distribuía droga en prisión. Razonaba la sala penal que "nada dice el escrito acusatorio acerca de la finalidad de la tenencia de las sustancias intervenidas por parte del acusado". A su entender, no existía un concreta imputación delictiva. En ese sentido, al tribunal no le bastaba con que en el escrito del fiscal se aludiese a que mediaron sospechas de transmisión a terceros de droga, lo que motivó la realización de un cacheo intenso. Insistiendo en que "no fue acusado de acto alguno de promoción, facilitación o favorecimiento de consumo ilegal de drogas tóxicas".
Ante semejante puntualización, el represente del ministerio público que llevó el caso, Julián Pardinas, optó por recurrir en casación ante el Tribunal Supremo. El Alto Tribunal le acaba de dar la razón y no sólo declara la nulidad de la sentencia absolutoria sino también del juicio para que de nuevo se celebre pero con tres magistrados distin- tos a los que vieron el proceso en primera instancia.
El Supremo alaba la argumentación del fiscal porque "analiza con orden y rigor el alcance conceptual del principio acusatorio". Comparte los pilares del recurso en tanto que "el acta de acusación debe interpretarse de manera global y unitaria, no estanqueizada, relacionado los hechos con el delito que se imputa". De ellos -adujo el ministerio público- no resulta difícil colegir que "al acusado se le atribuye la introducción de droga en el centro penitenciario para realizar con ella, en todo o en parte, actos de disposición con terceras personas". Para el alto tribunal no es difícil deducir, tal como se describen los hechos, que "la sustancia incautada estaba destinada al consumo de terceros".
En virtud de este pronunciamiento, José Luis Fernández vol- verá a ser juzgado por la Audiencia provincial inculpado en un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud.
Los hechos por los que fue investigado sucedieron el 15 de septiembre de 2011. El inculpado, con múltiples antecedentes penales, fue requerido por los funcionarios de la prisión de Pereiro cuando se incorporaba al centro tras disfru- tar de un permiso penitenciario. En la cárcel, había sospechas de que Fernández vendía droga a sus compañeros reclusos, e intentó pasar el paquete de siete centímetros de largo introducido en el recto.
La venta por dosis de la heroína incautada, según la pericial del juzgado, le hubiera reportado 2.663 euros y la cocaína, 316 euros.
