El fuego se reavivó en tres pequeños focos en una zona de difícil acceso
El incendio que devastó 230 hectáreas de monte y terrenos de labranza en la parroquia de Palmés, en el término municipal de Ourense, continuaba ayer en situación de controlado. Pese a las lluvias del jueves y de la madrugada de ayer, las llamas se reavivaron, en al menos tres puntos, en barrancos de difícil acceso entre Untes y Barrio.
El fuego se declaró el martes a las cuatro de la tarde en Saceda, en la zona alta, y empujado por el viento se desplazó ladera abajo, hasta la vía del tren en la margen derecha del Miño. Los trabajos de regado del terreno calcinado se retomaron a media mañana con los equipos de tierra, a pie: varias brigadas y una autobomba de los bomberos de Ourense para suministrar agua a los brigadistas. El incendio está apagado en un perímetro que discurre entre el regato do Val, al oeste, la vía del ferrocarril al sur y el monte comunal de Naves, al este. Cuatro días después de que comenzara, el incendio seguía, al cierre, pendiente de ser calificado como extinguido. Los dos grandes fuegos del verano en Galicia, los de Navia y O Courel la semana pasada en Lugo, fueron declarados extinguidos después de seis días. Ayer, por segundo día consecutivo, Medio Rural no registró incendios en la Galicia. Los sindicatos de trabajadores del servicio de extinción dependientes de la consellería aprovecharon la jornada para reiterar sus críticas contra la titular del departamento, Rosa Quintana, y el secretario xeral de Montes, Tomás Fernández, y pidieron la dimisión de ambos.
Por otra parte, el PSOE de Maceda denunció ayer que el concello no dispone este año, como sucedió el pasado, de brigada contra incendios. El alcalde, Rubén Quintas (PP), explicó que la petición la realizó en junio el anterior regidor y que está a la espera de una respuesta de Medio Rural. En Maceda se ubica una de las parroquias (Castro de Escuadro) señaladas en el Pladiga tanto por el número de fuegos como por la virulencia de los mismos que en los últimos diez años quemaron casi 2.000 hectáreas.
