Muchos vecinos se saltaron el cordón de seguridad establecido por la Guardia Civil nada más se evacuados ante el temor a que ardieran sus propiedades al quedar solas. El monte presenta un panorama desolador.

Temor a perderlo todo en segundos

Una de las casas ardidas en la localidad de Millarouso. (Foto: LUIS BLANCO)
El fuego que permanecía ayer activo en la comarca de Valdeorras ya tiene categoría de 'gran incendio', el primero del verano del 2012 en la provincia.
Las llamas, según el alcalde de O Barco, Alfredo García, no se propagan 'volaban' como sí se rociara el terreno de combustible, dejando tras de si un panorama desolador; castaños carbonizados desprendiendo columnas de humo, postes de madera del tendido eléctrico y los correspondientes cables en el suelo, viñas calcinadas y casas ardidas. 'Dan ganas de llorar. Estas trabajando sin descanso y, al final, para esto', lamenta un vecino de Millarouso, declinando desvelar su identidad.

Pero no es el único que se lamentaba ayer. Juan José Núñez es de la misma localidad aunque habitualmente reside en O Barco y nada más tener conocimiento del fuego salió con lo puesto ante el temor de que ardieran sus propiedades, pero al llegar a Viloira se encontró con que la Guardia Civil no le dejaba pasar dada la virulencia de las llamas. Los agentes le informaron de que el pueblo había sido evacuado y este vecino optó por lanzarse al cauce del río Sil y burlar el cordón policial nadando aguas arriba. 'Si un pueblo queda sólo pueden arder las casas, sin que nadie haga nada. Estando allí, siempre se puede echar agua, hacer algo, salvar lo de más valor', aseguraba, recalcando que hubo más vecinos que optaron por hacerlo mismo, cruzar el río Sil y permanecer en el pueblo.

El incendio generó alarma entre la población. Alfredo García recalcaba que la situación era más que caótica.

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