El portavoz del grupo municipal socialista en la ciudad, formalizó su petición de reincorporación a su puesto de docente en la Universidad de Vigo
José Angel Vázquez Barquero, el portavoz del grupo municipal socialista en la ciudad, formalizó ayer su petición de reincorporación a su puesto de docente en la Universidad de Vigo, aunque ha expresado su intención de permanecer como portavoz y concejal para hacer oposición al gobierno del PP. Hoy se reunirá con el regidor y, dice, pondrá sobre la mesa grandes proyectos que hay que asegurar, como la llegada del AVE, la Praza de Abastos o la estación intermodal, que requieren buena sintonía con otras administraciones. Ahí, señala, se puede ver la capacidad de seducción del nuevo alcalde para lograrlos.
¿Cree que el PP resistirá cuatro años gobernando en minoría, desde su experiencia como portavoz de un gobierno también minoritario?
Gobernar en minoría es complicado, hay atribuciones de la junta de gobierno pero otras son del pleno y para salir adelante requieren 14 votos. Esto quiere decir que el talante del PP debe cambiar de manera radical porque, si continúa con la actitud de Rosendo Fernández, lo van a tener muy difícil. Nosotros tenemos memoria, y es difícil que olvidemos, la actitud, el tono y el discurso del PP en los últimos cuatro años.
¿Cuál va a ser entonces su actitud?
No vamos a hacer la misma oposición que hizo el PP pero sí hacer oposición. Nosotros no somos socios de gobierno y nuestro programa y nuestro proyecto político están muy alejados de los del Partido Popular. Así, haremos oposición leal a la ciudad, responsable, no vamos a mantener las formas ni el discurso del grupo del PP anterior.
¿Qué decirle a los que puedan pensar o les culpan, véase DO, de propiciar con su voto un gobierno del PP?
El sábado hicimos lo que los demás partidos, votarnos a nosotros mismos. A partir de ahí, no entiendo por qué los responsables somos los socialistas. Y optamos por esa opción porque entendíamos que el único proyecto que representaba la intención de nuestros votantes era el nuestro; la "marea" no era opción de gobierno y tanto el PP como DO son lo mismo. El primero es un partido conservador y el segundo una formación neoliberal.
¿Ese sentido del voto ha sido una decisión personal suya, tiene el respaldo del partido en la ciudad y en Santiago?
He hablado con el grupo municipal pero también con la dirección gallega, y el planteamiento estaba claro.
Pero había socialistas partidarios de un acuerdo con DO para mantenerse en el gobierno.
Yo hablé con quien tenía que hablar, en el grupo, en la ejecutiva local y en la asamblea, y no escuché ninguna voz en contra. Los temas de este calado se hablan donde se tienen que hablar.
¿Qué piensa de la moción de censura que augura DO, con apoyo socialista?
No me gusta la política ficción pero hay una cosa que tengo clara y es que mucho tendrían que cambiar las cosas para que eso se produzca. Si algo tengo claro es que Jácome nunca tendrá mi voto para ser alcalde de mi ciudad, ni para nada.
¿Ni el de su grupo?
Hablo por mí, el mío no y entiendo que tampoco el de mi grupo. Y no lo tendrá por cuestión ideológica, de no compartir sus proyectos; pero también es una cuestión de respeto; Jácome nos ha faltado sistemáticamente al respeto. Y yo esa manera de entender la política no la comparto. Lo primero que tiene que hacer Jácome es respetar al resto de formaciones políticas y eso no lo ha hecho; no me entra en la cabeza que ahora quiera pactos con nosotros.
Hay dos cuestiones prioritarias para el nuevo gobierno, que es el presupuesto y el PXOM. ¿Qué condiciones deben darse para que puedan contar con su apoyo?
No conocemos lo que pretenden. Pero tenemos una cosa clara, y esto es la filosofía de nuestros presupuestos, que es evidente: la política social y la promoción económica, en concreto el plan de empleo; son cuestiones ineludibles, y hay que analizar otras cosas, como el urbanismo; veremos qué nos proponen y a partir de ahí tomaremos decisiones.
¿Qué decisión debería adoptar el PP sobre la expropiación y el futuro de As Burgas?
Ese es un proyecto estratégico para la ciudad, tiene que continuar adelante porque es el corazón de Ourense. Me gustaría que lo mantuviese.
Les han quedado en el tintero un gran número de obras e iniciativas por abrir o inaugurar, véanse la Molinera, los acceso al barrio de O Cuco, la calle Concejo. ¿Se da cuenta de que ahora las podrá rentabilizar el nuevo gobierno?
Lo importante es que lo rentabilice la ciudad, lo de menos es qué gobierno lo puso en funcionamiento. Yo siempre fui muy poco amigo de la política de placas.
¿Qué opinión le merece la distribución de competencias decidida por el alcalde?
Era previsible, por ejemplo, que Belén Iglesias lleve educación, o que Cudeiro esté en urbanismo. Las connotaciones de Cudeiro las conocemos todos y por eso es previsible lo que pueda salir de ahí, que yo en estos momentos no lo quiero verificar porque ya lo ha calificado toda la ciudad. Lo que está claro es que nosotros apostábamos por un modelo de ciudad que en el ámbito urbanístico estaba al servicio de los ciudadanos y no al de la especulación; y eso se plasmó en un PXOM que nos gustaría que saliese adelante. El tiempo lo dirá.
Usted fue concejal de Termalismo. ¿Qué gestión cree que hará su sucesora, Isabel Castelo?
Tiene vinculación al grupo Caldaria, directa o indirecta.
¿Pero eso es bueno o malo?
Ahí no tengo nada que decir, veremos como discurren las cosas. Aquí ha habido un modelo de termalismo muy concreto y se produjo una continuidad, independientemente del partido que estuviese en el gobierno. Me gustaría que Isabel siguiese con los proyectos estratégicos y hay dos cuestiones clave: As Burgas y el bulevar termal.
¿Qué va a plantear al alcalde en su reunión de hoy?
Hay proyectos fundamentales como la llegada del AVE, la red de centros sanitarios, la Praza de Abastos 1, San Francisco, el Centro de parques naturales o el traslado del Matadero, que es preciso desbloquear y que requieren la sintonía con otras administraciones. El alcalde ya alardeó de sus buenas relaciones con la Xunta y el Gobierno central. Es evidente que hubo una parálisis porque esas administraciones no quisieron apoyar a la ciudad, veremos ahora en qué medida es capaz de persuadir a Santiago y a Madrid. Claro que a lo mejor no le da tiempo porque están al caer las elecciones generales y en 2016 las autonómicas y tiene que apurarse para amarrar los compromisos.
No se lance porque a lo mejor vuelve a gobernar el PP en ambas instituciones.
Casi seguro (con ironía).
