Martín, el niño ourensano que participó en el concurso 'La Voz Kids', afronta su futuro musical con los pies en la tierra, con el apoyo de su familia y con la convicción de que lo primero en la vida es sacar adelante sus estudios.
Cumplirá mañana 14 años y ya se ha convertido en uno de los ourensanos más célebres en las últimas semanas. Martín Rodríguez Valencia, uno de los jóvenes participantes en el concurso televisivo "La Voz Kids" de Telecinco, lleva la música en la sangre y afronta con sorprendente modestia y madurez el prometedor futuro que se le avecina en el mundo de la canción.
Nieto de Gustavo Valencia, guitarrista del conjunto ourensano "Los Pósters", que se convirtió en todo un referente a nivel nacional a mediados de la década de los 60, Martín mostró casi desde que era un bebé un don especial para la música y las artes. "Con sólo dos años grabó su primer vídeo", recuerda María, su madre, que destaca que Martín logró cumplir con sus sueños "por su empeño".
El joven ourensano, que estudia segundo de ESO en el colegio Maristas, ha sido su propio profesor de canto. Gracias a internet, Martín comenzó a practicar en la buhardilla de su casa, que poco a poco fue convirtiéndose en un improvisado escenario donde fue desarrollando sus capacidades a un ritmo frenético. Fueron las fiestas de su colegio donde por fin mostró su potencial musical al público.
Martín relata que su principal influencia "son las voces potentes", citando una lista de importantes artistas como Nuria Fergó, Malú, Mónica Naranjo, Tina Turner o Whitney Houston. "Yo quiero ser como Beyoncé", no duda en reconocer, indicando que su sueño es ofrecer al público un espectáculo que combine el canto y el baile. Y es que la danza, su otra gran afición, es la otra disciplina artística que domina Martín en numerosos estilos.
Fue su tía la que le animó a apuntarse al cásting que "La Voz Kids" había anunciado en A Coruña. Pese a mostrarse reacio al principio, asumió el reto, y fue demostrando su gran capacidad vocal hasta verse entre los 93 jóvenes que participaron en la primera fase del programa. "Me sentía muy nervioso la primera vez, pero fui poco a poco sintiéndome más cómodo", dice Martín, que confiesa que su experiencia en el programa televisivo fue "perfecta".
Lejos de los mitos que rodean la imagen del talento precoz presionado por su familia, María explica que Martín ha desarrollado su talento en un ambiente de "normalidad", con los pies en la tierra, sabiendo que esta participación no garantiza su futuro vital. "Es importante estar centrado en mis estudios para poder llegar a ser algo en la vida", dice con madurez el joven cantante.
En una época de la vida destinada a crecer y aprender, Martín también está disfrutando del cariño de la gente. "Me para mucha gente que me da ánimos y me dice que mis actuaciones les ha emocionado, aunque también sé que habrá otros que me critiquen", comenta. De momento, su camino en "La Voz Kids" terminó en las "batallas" (sistema de eliminación del concurso), pero en el mundo de la música comienza firme.
