La Denominación de Origen Ribeiro inició esta semana la campaña de la vendimia correspondiente a este año, bajo la supervisión del Consello Regulador que preside Felicísimo Pereira, tras ser reelegido en el cargo el pasado mes de julio
La Denominación de Origen Ribeiro inició esta semana la campaña de la vendimia correspondiente a este año, bajo la supervisión del Consello Regulador que preside Felicísimo Pereira, tras ser reelegido en el cargo el pasado mes de julio por la mayoría de los integrantes de este órgano de control.
¿Hasta cuándo seguirá como presidente?
Estuve en funciones desde el mes de enero, tras la dimisión de Miguel Ángel Viso, y un mes después me eligieron. En julio, presenté la dimisión, ya que, por mi ocupación de colleiteiro, tenía que dedicarme a preparar la vendimia, pero a petición de los miembros del consello asumí de nuevo el cargo por responsabilidad y profesionalidad. Cuando el nuevo Gobierno de la Xunta convoque nuevas elecciones a los consejos reguladores de las denominaciones, yo me retiraré.
Algún sindicato se queja de que las bodegas son las que tienen más peso en las decisiones del consello regulador, ¿cree que esto es cierto?
Todos los consejos reguladores tienen fijada por ley una representatividad de bodegas, sindicatos, colleiteiros y cooperativas, y esa proporción está ahí y nosotros no tenemos competencias para cambiarla.
¿Cómo se presenta la campaña de vendimia?
La veo bien, quizá con un poco menos de cantidad con respecto al año pasado, pero con uvas de una calidad muy buena. Si las inclemencias meteorológicas lo permiten, porque aún faltan días de vendimia, la cosecha resultará excepcional. Hay que tener en cuenta que habrá una reducción del 10% debido al mildiu, pero aún así estaremos en los 13 millones de kilos recogidos.
En alguna zona, los viticultores perdieron parte de su cosecha. Considera que deberían tener un mayor asesoramiento a nivel de control de las enfermedades de la vid?
No es por echarnos flores, pero puedo asegurar que nuestros viticultores quizá sean los mejores de Galicia, son unos auténticos profesionales. Si precisasen de algún tipo de ayuda, saben que pueden recurrir a la Estación de Viticultura e Enoloxía, que está ubicada en Leiro, para cualquier consulta técnica que deseen realizar.
¿Cuál es su opinión sobre la homologación de los contratos del precio de la uva que piden los sindicatos desde hace años?
Soy favorable a todos los acuerdos a los que se llegue para mejorar la situación de las estructuras del sector del vino, pero el único papel que podemos desempeñar desde el Consello en este tema es el de mediadores. La función del Consello es de control sobre la garantía de que las uvas que se recogen en la Denominación son de calidad y de las variedades propias de la comarca vitivinícola, y, también, evitar que no entre ninguna uva foránea.
Con referencia a la entrada de uva foránea, ¿se ha detectado algún caso?
No, que nosotros sepamos. En caso de presentarse alguna denuncia y hubiese pruebas de ello, se actuaría de inmediato contra el o los infractores, pero hasta el momento no se ha detectado ningún caso.
El vino de O Ribeiro disfruta actualmente de cierto éxito a nivel comercial. ¿Es este el momento de dar un salto y potenciar su expansión en el exterior?
La denominación de origen está creciendo en varios aspectos. El primero es en su salida al mercado nacional, fuera de Galicia y hacia otras comunidades de España, pero también está creciendo internacionalmente, en otros países. Por eso estamos trabajando a esos dos niveles, para la ampliar la oferta tanto aquí como en el extranjero.
Una de las apuestas del consello regulador ha sido el acercamiento del vino a la juventud. ¿Se va a continuar en esta línea?
Sí que continuaremos. Con nuestra financiación apoyamos el Ribeiro Blues Wine Festival en Catrelo de Miño y el Sons do Viño en Sanxenxo, y ahora también promovemos la próxima celebración de un Enofestival en Madrid. Creo que este tipo de iniciativas es interesante para invitar a un consumo moderado de vino entre los jóvenes, contando con la colaboración de las bodegas y de los colleiteiros, y de este modo incrementar la demanda.
El consello y el Instituto Galego do Viño firmaron un convenio para la dotación de una beca para el Curso de Sumiller Profesional. ¿Considera esencial la formación de expertos en el sector?
La formación de técnicos es fundamental y por ello colaboramos en este convenio, en el que aportamos el 50% de la matrícula en este curso superior. Nuestra idea es contribuir a potenciar este tipo de convenios, pero, para conseguirlo debemos disponer de la liquidez económica suficiente.
¿Desempeñan los colleiteiros un papel importante en el crecimiento de la denominación?
Los colleiteiros pueden aportar un nivel de calidad comparable al de las bodegas. Ahora se han constituido como asociación, y creo que es una excelente iniciativa siempre que la intención sea sumar y no restar, aportando su grano de arena a la Denominación.
A su juicio, ¿cuáles son las carencias de la denominación Ribeiro?
La principal carencia que estamos detectando es la falta de profesionalización en una buena parte de los productores. Me refiero, concretamente, a las pequeñas bodegas, ya que las grandes ya disponen de un personal técnico cualificado que les asesora en cualquier momento del proceso de cultivo, vendimia o vinificación. Es un tema en el que actualmente realizamos un estudio con el objetivo de buscar fórmulas que palíen esta situación. También debemos intentar mejorar la profesionalización dentro del propio consello regulador.
