Los empresarios ven irrenunciable esa jornada, mientras los trabajadores están divididos
La negociación colectiva del sector del metal permanece frenada a la espera de que se retomen las conversaciones, debido al planteamiento por parte de los empresarios de que se trabajen los sábados por la mañana. La parte empresarial se niega a retirar este punto de la negociación, entendiendo que a día de hoy, la regulación, de la jornada de la mañana del sábado constituye una necesidad inaplazable, directamente relacionada con la creación de empleo, "dada la imposibilidad de que la industria ourensana pueda establecer los mismos horarios que hay en el resto de Galicia, en los que hay una flexibilidad laboral en lo que a jornada se refiere", señalan los empresarios del sector. Añaden que es "un obstáculo insalvable para la creación de empleo".
José Luis Bravo, portavoz de UGT Metal, sindicato mayoritario en el sector a nivel provincial, reconoce que "los trabajadores, a día de hoy, están divididos en torno a este punto, prácticamente al 50 % están los que se encuentran a favor y los que están en contra".
La última reunión de ambas partes se produjo hace dos semanas y, según explica Bravo, "los representantes de CCOO se levantaron de la mesa", mientras la CIG explicó las razones de las movilizaciones que llevan desarrollando desde hace dos meses y que tienen como principal motivo su rechazo frontal a trabajar los sábados.
El representante de UGT, sin embargo, defiende que "nosotros estamos dispuestos a negociar, creemos que hay posibilidad de mejorar esa propuesta de las empresas y aceptar entonces trabajar los sábados".
En principio hay prevista una nueva asamblea "para dentro de dos semanas, en la que esperamos aclarar un poco más nuestra posición", añade Bravo.
