La línea fue diseñada para 350 kilómetros por hora, si bien la velocidad comercial rondará los 250

Treinta túneles y 38 viaductos salvan la compleja orografía

Blanco descubre la placa del premio otorgado por el Colegio de Ingenieros al viaducto del Ulla.  (Foto: JOSE PAZ)
Con un trazado diseñado para 350 kilómetros por hora (aunque la velocidad comercial estará, probablemente, en torno a los 250 kilómetros por hora), la nueva línea Ourense-Santiago se ajusta propiamente a los parámetros de la alta velocidad. Se trata de unt razado de completamente nuevo, de 87,5 kilómetros, que dejará liberada la vía actual (de 126 kilómetros) para otros usos (cercanías o mercancías, según comentó ayer José Blanco).
Debido a la complejidad de la zona que atraviesa, ha sido necesaria una inversión de más de 2.400 millones de euros. En concreto, la línea tiene 30 túneles, que suman 28,9 kilómetros, y 38 viaductos, con una longitud de 19,6 kilómetros, lo que supone que prácticamente el 60% del trazado transcurre por alguna estructura singular. Entre ellas cabe citar el viaducto del Ulla, que el ministro visitó ayer, para descubrir una placa conmemorativa del premio 'San Telmo', otorgado por el Colegio de Ingenieros de Caminos de Galicia a la mejor obra de los dos últimos años. Se trata del viaducto más alto de Europa en una línea de alta velocidad, con 110 metros de altura.

La línea cuenta con doble vía, con traviesas polivalentes, que permiten que inicialmente se empleen trenes de ancho convencional, al igual que en el resto de Galicia. Cuando esté construida la línea de la Meseta, serán reajustadas al ancho internacional. También está electrificada.

Mientras, la línea A Coruña-Santiago fue ejecutada con parámetros técnicos más sencillos, y empleando parte del trazado previo. Tiene una longitud de 61,7 kilómetros y en ella se invirtieron más de 600 millones de euros. La velocidad máxima será de 200 kilómetros por hora. La vía ya está en servicio, y su electrificación se completará antes de fin de año.

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