Ourense

Un condenado por asesinato se escapa de Pereiro en un permiso

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photo_camera Una foto de archivo de Fernando Iglesias.

Fernando Iglesias, cumplía 25 años de cárcel por matar a su mujer y dos hijos en 1996; actualmente estaba en tercer grado

Fernando Iglesias Espiño, el taxista pontevedrés que cumplía cadena en la cárcel de Pereiro de Aguiar por el asesinato de su mujer y sus dos hijos hace 22 años –el 15 de octubre de 1996– en Las Palmas, está en busca y captura, tras aprovechar un permiso de salida a mediados de agosto para no regresar al centro penitenciario ourensano.

El preso estaba condenado a 54 años de cárcel, iniciando su condena el 19 de octubre de hace 22 años. El Código Penal establece un periodo máximo de tiempo en prisión de 25 años a 30 años, por  lo que en 2015 ya había cubierto tres cuartas partes de su condena efectiva, y tenía previsto el cumplimiento completo de la misma el 9 de octubre de 2021, según señalan desde la Subdelegación del Gobierno.

 

Clasificado en tercer grado, en régimen abierto, contaba con permiso para salir todos  los fines de semanas, y hasta el momento ya había disfrutado de una decena de permisos. Según aseguran desde la prisión de Pereiro, Iglesias Espiño, que tiene en la actualidad 63 años, había tenido una conducta "sempre correcta ata o momento".

Los acontecimientos se precipitaron cuando el parricida preso salió de permiso el fin de semana del pasado 11 de agosto. Tenía la obligación de regresar a las 17,00 horas del día 13 de agosto, pero no lo hizo, "polo que se puso en coñecemento da Garda Civil e Policía Nacional para a súa busca e captura".

De esta forma, la Audiencia de Las Palmas ha dictado orden de busca y captura contra el preso fugado y tanto Policía Nacional como Guardia Civil y Policía Local están alertados ante cualquier pista que se pueda producir del preso escapado el pasado 11 de agosto.


Premeditación


El fugado, que cometió su triple crimen en la localidad canaria de Jinámar, lo llevó a cabo con premeditación. Horas antes se había despedido de su trabajo e incluso había renunciado a la liquidación de su nómina. Según recogen los medios de la época, el acusado señaló en el juicio que llevó a cabo el crimen "porque me pusieron de muy mala leche y me cegué".


De los crímenes más sórdidos vividos en Canarias


La prensa local canaria recuerda el triple parricidio cometido porIglesias en su día como de los más sórdidos cometidos en Canarias en toda su historia, hasta el punto que al acusado le costó encontrar en su  momento un letrado que le representara en el juicio, que duró  dos semanas.

El ahora fugado, cometió los asesinatos cuando contaba 41 años, en la noche del 15 de octubre de 1996. Tras una ingesta de alcohol, golpeó a su mujer, de 39 años, en la cocina con un pico de los utilizados en el sector de la construcción.

Seguidamente, hizo otro tanto con su hija mayor, de 18 años, que estaba viendo la televisión en el salón de la casa, y el pequeño, de tan sólo 12 años y que se había levantado de la cama al escuchar el ruido.

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