Desde 1994, la capilla del cementerio municipal de Santa Mariña sólo albergó un culto protestante

La única iglesia aconfesional de la provincia centra sus oficios religiosos en el catolicismo

 Iglesia aconfesional situada en el recinto del Cementerio de Santa Mariña. (Foto:  Xesús Fariñas)
La capilla aconfesional del Cementerio Municipal de Santa Mariña, la única como tal de la provincia, es utilizada en su mayoría por católicos, ya que desde su construcción, en 1994, sólo fue solicitada para un oficio ajeno a la religión católica.
Entre las posesiones inmuebles del Concello de Ourense, existe un edificio singular y único por sus características en la provincia. Se trata de la iglesia aconfesional del cementerio de Santa Mariña, un lugar de culto religioso donde cualquier fiel, sea de la religión que sea, puede solicitarlo en el Negociado Municipal de Cementerios para realizar allí su liturgia.

El edificio, carente por completo de símbolos religiosos en su exterior, cuenta con un altar mayor y tres sacristías. La única imagen que allí existe es una talla de madera de un Cristo Resucitado, que dispone de unas cortinas para ser tapado en caso de que utilicen la iglesia fieles ajenos al catolicismo. Asimismo, la iglesia carece de sagrario.

Propiedad

El sacerdote responsable de la parte católica de esta iglesia, Camilo Doval Baltar, explica que todo lo que alberga este edificio religioso es propiedad del Concello y no del Obispado, cuya única misión aquí es prestar el servicio religioso del que él se ocupa. De hecho, recuerda que su traslado a esta capilla se debió a que, dada la lejanía del cementerio municipal de la mayoría de parroquias de la ciudad, los párrocos perdían demasiado tiempo en acompañar a los difuntos que recibían sepultura en Santa Mariña, por lo que las familias demandaron los servicios de un cura en este cementerio municipal, ‘ya que el tema de los muertos es tremendamente sensible en Galicia y a la gente católica le gusta que un cura arrope y acompañe a los difun tos’, recalca el sacerdote. Además de oficiar los rezos funerarios, Camilo Doval Baltar preside una misa cada domingo, a las 12 horas, con el objeto de recordar a los difuntos de la semana.

Este sacerdote capellán recuerda que la iglesia aconfesional ‘es de todos, porque pertenece al Concello’, y destaca que cualquier persona, sea de la religión que sea, puede solicitarla. Sin embargo, señala que desde la apertura de la misma, allá por 1994 (entonces gobernaba Manuel Veiga Pombo), sólo fue solicitada en una ocasión para enterrar a un protestante.

La concejala de Sanidad (responsable del área de Cementerios), Marga Martín, comparte las palabras del capellán y recuerda a los ourensanos que en Santa Mariña cuentan con un lugar abierto a todas las comuniones religiosas en donde poder oficial sus cultos siempre que así lo precisen. No obstante, tanto el sacerdote como desde el Negociado de Cementerios asumen que los ourensanos son en su mayoría católicos, ‘y los que no lo son, suelen realizar su liturgia a pie de sepultura, sin llegar a solicitar la iglesia’.

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