Una inspección de la Policía Autonómica detectó hasta 18 metros cúbicos de restos de bloques, plásticos, neumáticos y electrodomésticos
Una dotación de la Policía Autonómica detectó a finales del mes pasado hasta cuatro puntos de vertido de residuos en el solar de Xardín das Burgas, parcela abandonada al lado de las emblemáticas fuentes, después de que los sondeos realizados por la sociedad propietaria redujeron amenazadoramente el caudal de sus tres caños. Los agentes ya remitieron su atestado al Concello de Ourense para que tome medidas al respecto. Precisamente, el gobierno local intenta hacerse con la propiedad de este terreno y otros del entorno vía expropiación, para conseguir la titularidad plena y desarrollar el Plan especial de As Burgas; en ese contexto, el pleno que se celebrará mañana será clave para esa finalidad, al someterse a aprobación una modificación de crédito por importe de 1,6 millones de euros para afrontar los pagos de las expropiaciones.
En el solar de Xardín das Burgas, colindante también con la Praza de Abastos, proliferan desde hace meses los vertederos incontrolados, fruto del abandono de la parcela, hasta el punto de que el Concello llamó la atención de la Xunta y de los propietarios por la mala imagen que dan pero, sobre todo, porque la descomposición de los residuos puede afectar a la limpieza del agua mineromedicinal del subsuelo.
La inspección de los agentes autonómicos fue realizada el pasado 21 de octubre y dice textualmente que "en las inmediaciones de los jardines de As Burgas se detectan cuatro vertederos", estimando que la acumulación de basura y restos de material de construcción puede alcanzar, en total, los 18 metros cúbicos.
El punto de vertido que describen como el número uno, casi en la entrada al solar de Xardín das Burgas desde la Canella do Rastro, contiene hasta 12 metros cúbicos de bloques de hormigón, restos de plásticos y electrodomésticos. El segundo, dentro de la parcela pero siguiendo el pequeño vial hacia el río, aparecen otros dos metros cúbicos de basura, básicamente restos de plásticos y ropa, hierros y muebles abandonados. El tercero, muy cerca del anterior, ocupa otros dos metros cúbicos de plásticos, ropa, cableados varios, placas de poliuretano y hasta neumáticos viejos.
Ya el cuarto, en el límite de la parcela y muy cerca del río, tiene otros dos metros cúbicos de maderas y placas de material aislante, previsiblemente procedentes de obras o desechos de rehabilitaciones. Los agentes también hacen constar que la zona no está acotada ni tampoco figuran carteles que prohíban arrojar desperdicios; pero la proximidad de As Burgas o de la Praza de Abastos, precisa el Concello, deberían ser motivo suficiente para mover a la sensibilidad de los ciudadanos que crearon ahí los vertederos incontrolados.
En todo caso, el gobierno local ya instó el mes pasado a la Xunta -que debe conceder los aprovechamientos de agua termal- a investigar a los propietarios del solar por la posible contaminación de los acuíferos, dado el mal estado en el que se encuentra la parcela, donde brota agua caliente que pasa por la basura y puede filtrarse al subsuelo, además de ir a parar, por gravedad, al cercano río Barbaña. Una razón más, especifica, para hacerse con la propiedad para uso público.
