La ubicación de la factoría de vehículos eléctricos de Xero en el parque empresarial de Vilamarín es, a día de hoy, la más factible. De ahí la presencia del alcalde de Vilamarín en la reunión de ayer, quien expuso que ya tienen terrenos urbanizados disponibles para la implantación del proyecto, que promotores y empresarios visitaron ayer por la tarde.
De este modo, y de conseguir la financiación necesaria a lo largo de este mes, Xero podría ir realizando los trámites para iniciar la construcción de la nave, mientras opera provisionalmente en otras instalaciones que ya tienen reservadas, a la espera de que se concrete el proyecto. Mientras, las oficinas con las que cuentan en el Parque Tecnológico se mantienen como sede social de la filial española de la compañía.
Además de la disponibilidad de terreno, la ubicación en Vilamarín ofrece la ventaja de la proximidad a redes de comunicación de alta capacidad (el acceso a la autovía AG-53, a través del enlace de Cea, está a unos ocho kilómetros por carretera bien acondicionada), para poder dirigirse a Santiago o Vigo, o continuar a otras ciudades. Esto facilita la relación con empresas proveedoras del sector de la automoción. Además, los aeropuertos de las dos ciudades indicadas están a una hora de desplazamiento.
La ubicación de Vilamarín desplaza así a la de Melón, donde inicialmente se pensó la instalación de Xero. Este municipio ofrece una ubicación más directa con la A-52, si bien tiene el inconveniente de que, si bien los terrenos ya estaban calificados como suelo industrial, cuando se presentó el proyecto aún no se habían iniciado los trámites para expropiar los terrenos (que se encuentran ahora con los problemas habituales en este tipo de procesos), por lo que tampoco estaban urbanizados. Esta circunstancia motivó que se barajasen otras alternativas, como la de Cea o A Merca, aunque finalmente Vilamarín es la que tiene más posibilidades.
TERRENO
La empresa necesita 100.000 metros cuadrados, si bien inicialmente comenzaría a operar con la mitad y el resto se desarrollaría en una segunda fase.
Según el plan de empresa, cuando la planta esté a pleno rendimiento (a los cuatro o cinco años de su inicio), la empresa produciría 20.000 coches al año y generaría 1.000 empleos.
Además de la disponibilidad de terreno, la ubicación en Vilamarín ofrece la ventaja de la proximidad a redes de comunicación de alta capacidad (el acceso a la autovía AG-53, a través del enlace de Cea, está a unos ocho kilómetros por carretera bien acondicionada), para poder dirigirse a Santiago o Vigo, o continuar a otras ciudades. Esto facilita la relación con empresas proveedoras del sector de la automoción. Además, los aeropuertos de las dos ciudades indicadas están a una hora de desplazamiento.
La ubicación de Vilamarín desplaza así a la de Melón, donde inicialmente se pensó la instalación de Xero. Este municipio ofrece una ubicación más directa con la A-52, si bien tiene el inconveniente de que, si bien los terrenos ya estaban calificados como suelo industrial, cuando se presentó el proyecto aún no se habían iniciado los trámites para expropiar los terrenos (que se encuentran ahora con los problemas habituales en este tipo de procesos), por lo que tampoco estaban urbanizados. Esta circunstancia motivó que se barajasen otras alternativas, como la de Cea o A Merca, aunque finalmente Vilamarín es la que tiene más posibilidades.
TERRENO
La empresa necesita 100.000 metros cuadrados, si bien inicialmente comenzaría a operar con la mitad y el resto se desarrollaría en una segunda fase.
Según el plan de empresa, cuando la planta esté a pleno rendimiento (a los cuatro o cinco años de su inicio), la empresa produciría 20.000 coches al año y generaría 1.000 empleos.
