El servicio ferroviario estuvo interrumpido nueve días, afectando a 144 servicios y 10.000 pasajeros
n n n Ourense y Vigo recuperaron de nuevo a las 05,00 horas de la madrugada de ayer su servicio por vía férrea tras estar suspendido durante nueve días a causa de un desprendimiento de tierra que ocasionó un socavón de unos 30 metros a lo largo de los raíles, entre Frieira y Arbo, en la provincia pontevedresa.
El primer convoy en prestar servicio tras el arreglo de los desperfectos que ocasionó el desprendimiento –la vía quedó deformada y sin sujeción– fue uno de media distancia que salió de Vigo a las 07,05 horas y llegó a Ponferrada a las 11,41, en el que viajaban medio centenar de personas. La línea ferroviaria no presenta ya ningún problema, según la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), aunque los maquinistas de los distintos trenes deben reducir la velocidad a 30 kilómetros a la hora en dos puntos, el primero entre los kilómetros 95,8 y 96 y el segundo, desde el 106,3 al 106,5. El límite de velocidad no obedece a ninguna irregularidad en el trazado. Según Adif, es debido a la existencia de operarios en la zona, que van a se van a seguir realizando trabajos de mejora de la infraestructura, pero las labores ya son compatibles con la circulación ferroviaria.
El desprendimiento y posterior socavón se produjo el día 12 a causa del agua que el temporal acumuló en la zona. Entonces, Adif dio un plazo de 10 días para arreglar los desperfectos. Anuncio que cumplió a rajatabla, aunque para ello, según explicaban ayer en la compañía, sus técnicos trabajaron durante las 24 horas. El socavón se produjo en una zona con difícil acceso, lo que conllevó que hubiera que transportar la maquinaria y materiales de construcción por vía férrea desde la localidad más próxima, situada a más de tres kilómetros.
La suspensión del servicio afectó durante los último nueve días a un total de 144 trenes y a 10.000 viajeros, según explicaron en Adif, que habilitó un transporte alternativo por carretera.
Los pasajeros, para salvar el obstáculo de Arbo-Frieira, fueron trasladados en autobús, desde la provincia de Pontevedra hasta Ourense, y al revés. Algunos de los convoyes, caso del tren-hotel Pontevedra-Madrid, fueron desviados por Santiago. El transporte de autobuses funcionó durante las 24 horas.
