Industria explica que se ha puesto "a disposición" de la entidad, pero ya empezaron las renuncias
La pelota ha pasado a manos de la Xunta, entidad encargada de la tutela de la Cámara de Comercio de Ourense, después de que el pleno decidiese por unanimidad presentar la renuncia y dejar a la entidad en un teórico vacío de poder. Será la Consellería de Industria la que encauce el futuro cameral con la constitución de una comisión gestora.
Ayer, un día después de que el presidente, el comité ejecutivo y los 27 miembros del pleno que asistieron a la sesión extraordinaria acordasen marcharse, Industria explicó que la Cámara ourensana "terá o apoio da Administración". Lo hace, según sus propias palabras, después de indicar que es consciente de la "importancia desta entidade para o tecido empresarial da provincia" o de advertir que la consellería siempre se puso "a disposición de la Cámara de Comercio".
¿Cómo se materializará el prometido apoyo? Un portavoz de Industria eludió ayer entrar en detalles sobre este extremo, aludiendo a que esa sería una competencia de la futura comisión gestora que se creará en un máximo de tres meses.
Eso sí, la entidad ourensana tendrá un apoyo que se plasmará "na mesma medida que se está a facer co resto das cámaras galegas, xa que o obxectivo é configuralas como instrumentos útiles para impulsar a competitividade do tecido empresarial galego".
Al mismo tiempo, la Consellería de Industria dice mantener una apuesta por una Cámara que acusa graves problemas de supervivencia. Aun así, afirma que el organismo cameral será "unha ferramenta útil e solvente ao servizo do empresariado e da sociedade ourensás". Es más, su apuesta va en la línea de "liderar proxectos que contribúan a impulsar a actividade económica e a mellorar as condicións de vida da provincia".
Renuncias
Mientras la Xunta hacía públicas estas intenciones la sede de la Cámara de Comercio en la avenida de La Habana recibía un goteo de renuncias a sus cargos por parte de los que forman parte de sus órganos de gobierno. El primero en hacerlo fue el presidente, Juan Carlos Parada Rúa, pero no sería el único. Cumplimentaron el mismo trámite por la mañana —momento en el que está el registro abierto— al menos siete personas, entre ellas varias del comité ejecutivo.
Resolvían con ello el acuerdo adoptado en el pleno de la noche anterior. La decisión no entraña plazos; es decir, los miembros de los órganos de gobierno que decidieron dejar sus cargos no lo hicieron sujetos a un plazo, por lo que se espera que durante los próximos días quede despejada la decisión.
Según las normas que rigen este tipo de entidades, si finalmente se quedasen 16 vocales del pleno (la mitad más uno) se podría volver a elegir presidente y comité ejecutivo, siempre y cuando hubiese candidato. Por el momento, estas opciones quedan descartadas.
