EN CLAVE SEMANAL

¿Y tú me lo preguntas?

Y llevamos décadas preguntándonos qué es el minifundio. Y pasa la semana entre hiperbólicas críticas que no valen ni para pintadas. Y las pintadas se quedan en vulgares borrones entre engrudos mentales.

 

Lunes, 16 de julio | Mientras clavas en mi pupila tu pupila 

Decía el periódico que el minifundismo lastra el rural provincial y lo condena a no ser rentable jamás. Bien mirado, a quién le importa ya todo esto. Las preocupaciones tienen su jerarquía. El día que el baluarte de la monarquía, aquel timonel de la Transición, tiene los ojos irritados no de tanto llorar sino de tantas yemas de dedos empujando en las pupilas por los deslices de sus sentimientos vamos nosotros a hablar de minifundio. El día que la grandeur francesa mete un gol al arco iris y pone a un tal Macron con los puños en alto como si fuese Stallone en "Rocky" intentamos llamar la atención con las cosas de las leiriñas. El día que pelopaja Trump se hace la digestión encima de Europa y se va de bravuconadas a ver a Putin, como quien sale de cañas (o se va de putins) intentamos llamar la atención sobre los marcos del terruño. Pongan un problema ante otro, ordénenlos de menor a mayor y vayan solucionándolos, es lo que dice el manual. Dónde está escrito que sea una preocupación el rural. Pero si lo del minifundismo ourensano es ya poesía. Qué es minifundismo, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es minifundismo? ¿Y tú me lo preguntas? Minifundismo eres tú.

Martes, 17 de julio | A insultar también se debe aprender

Hubo un tiempo en que la retórica municipal andaba en jerigonzas pero decidieron cultivar el insulto, menos académico, pero tiene la ventaja de que se entiende a la primera. Insultar es un arte y su "gracia" no se ha derramado sobre la corporación. Quevedo y Gongora sublimaron sus rencillas y los adjetivos que se dedicaron son un género en sí mismo. Góngora a Quevedo: "Anacreonte español, no hay quien os tope / que no diga con mucha cortesía, / que ya que vuestros pies son de elegía, /que vuestras suavidades son de arrope". Y viceversa: "Érase un hombre a una nariz pegado/ érase una nariz superlativa /érase una nariz sayón y escriba / érase un peje espada muy barbado / érase un reloj de sol mal encarado / érase una alquitara pensativa / érase un elefante boca arriba / era Ovidio Nasón más narizado". Cambiamos de registro. A cambio las gacetillas municipales nos hacen pasar por solomillo la peor casquería: "Delirio destructivo", "obsesións irracionais", "política de alcantarilla" y cocas así vienen en los comunicados. ¿Para qué seguir? En el Concello se gasta esta munición para registrar las relaciones gobierno y oposición. "Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una" (Don Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos).

Miércoles, 18 de julio | Pese a todo pervive el oficio de fogueteiro

El devenir de los tiempos, las sucesivas tragedias, la falta de relevo generacional y los festejos venidos a menos acabaron con una de las actividades clásicas de antaño: las pirotecnias. Quedan muy pocos talleres pero los fogueteiros perviven a pesar de no trabajar en esta peculiar industria. Muchos se han mudado a las instituciones. Una empresa se gasta una pasta en construir unas nuevas instalaciones y allá va la corte de edecanes y turiferarios a participar en el noble acto de la foto para decir solo que yo también estuve allí. Luego, claro, caen en el correo de la redacción comunicados diciendo que fulanito/a de tal y cual estuvieron en el acto de primera piedra, como si su presencia allí no fuese más que un pétalo más en el florero político que hasta saca partido de la inversión privada de una empresa que, en algún caso, ni conoce. Qué nostalgia de aquellos foguetes que con su estruendo anunciaban fiesta. Ahora ya no vuelan, entran por Gmail y no dejan varilla.

Jueves, 19 de julio | Diferentes grados de discapacidad

Touluse Lautrec, aún estando tullido, interpretó inolvidables ambientes a este y al otro lado de la noche parisina. Aún siendo un esquizofrénico, John Nash fue la mente maravillosa de un matemático que ganó el Nobel en 1994. Frida Khalo vivió atormentada por sus dolores de espalda y piernas, agravados después de un accidente, lo que no le incapacitó para ser un personaje de múltiples registros en el siglo XX. Y otros muchos ejemplos que han puesto sus limitaciones en el capítulo de varios, no como cuestión preferente. El vandalismo atenta contra el patrimonio y el casco antiguo de la ciudad, convirtiéndolo en un vergonzante espectáculo, decía el periódico. Aún teniendo todas las capacidades físicas y mentales (lo dudo) los autores dejan inmortalizada su estulticia creyendo ser fedatarios del "arte", pero no pasan de ser unos auténticos imbéciles.

Viernes, 20 de julio | Muchos deberes ya desde el primer día 

Llega a la Subdelegación del Gobierno un nuevo inquilino, Emilio González Afonso. Como manda el precepto rotatorio digital, cada Gobierno nombra al suyo, que siempre es de su partido, como también impone la lógica de la partitocracia. Afonso llega con la contagiosa ilusión del cargo novel, que no novato. Llega, además, con una mochila con un peso notable. Él mismo se impone la nada despreciable tarea de "resolver os problemas da xente". No es fácil, no lo es. Tiene capacidad de sobra al menos para intentarlo, seguro que lo conseguirá. No sería mal balance en tiempos en los que los políticos no solo no resuelven problemas a la gente, sino que se los crean.

Sábado, 21 de julio | Ese síndrome que te  de las personas

Es razonable que matemáticos y estadísticos sean los galácticos de la sociedad actual. Ya no son útiles, son imprescindibles. La medicina, noble ciencia, sucumbe también ante esas evidencias. De nuevo el Sergas hace de la prestación sanitaria un valor medido en tanto por ciento. Proporciona datos que, como siempre, no hacen más que evidenciar que la cosa va viento en popa. Bajan las listas de espera en casi todas las especialidades y cirugía. Todo va bien, dicen los que han escrito que va bien, los que escrutan las estadísticas para sacarles un partido favorable. Pronto los matemáticos en la cabecera de la cama, como el médico, recetando. n

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