El colectivo advierte que 'Galicia está a la cola en la integración social de nuestro pueblo'

El 75% de los gitanos gallegos viven en el umbral de pobreza

Asentamiento gitano en Ourense. (Foto: Archivo)
Unos 20.000 gitanos residen actualmente en Galicia y de ellos el 75 por ciento viven con unos ingresos muy bajos, 'prácticamente en el umbral de la pobreza', según datos de la Asociación Pueblo Gitano de Galicia, cuyo presidente, Sinaí Giménez, denuncia la falta de recursos para abordar proyectos 'reales' que promuevan su integración.
La situación de este colectivo en Europa ha vuelto a salir a la luz pública tras la decisión del Gobierno francés de expulsar a los gitanos rumanos, un colectivo poco numeroso en el caso de Galicia, según la Asociación Pueblo Gitano, que asegura que de los 20.000 gitanos que residen en esta comunidad autónoma, sólo estarían censados entre 13.000 y 14.000.

'Los restantes lo están en otras comunidades autónomas o en países como Portugal', explica el presidente de esta entidad, Sinaí Giménez, quien pone en duda las cifras de 12.000 gitanos residentes en Galicia que apuntan otros informes. 'Como mínimo hay 20.000, otra cosa es que estén empadronados en otras comunidades autónomas porque tengan más ayudas familiares o para una vivienda', sostiene Sinaí Giménez, quien asegura que el 75 por ciento de este colectivo 'vive con unos ingresos muy pequeños, prácticamente en el umbral de la pobreza' frente a un 25 por ciento 'que tiene trabajo estable'. 'Por estable me refiero a que acuda habitualmente a las ferias y mercadillos', añade.


MOMENTOS DUROS

Sinaí Giménez mantiene que en este caso no se trata de un colectivo que pueda considerarse en el 'umbral de la pobreza', pero sí advierte que 'están pasando momentos económicos duros' por los efectos de la crisis y por sus problemas de incorporación al mercado laboral 'porque no están formados', admite. Así, advierte de que Galicia 'está a la cola en la integración de los gitanos' por lo que reclama a las administraciones recursos 'para poder ejecutar proyectos que puedan dar resultados positivos y reales', asegura al referirse tanto a programas de formación para promover su integración en el mercado laboral como de apoyo a las familias para, entre otras cuestiones, garantizar la asistencia de sus hijos al colegio.

Al respecto, sostiene que el 90 por ciento de los niños gitanos están escolarizados, pero admite que no en todos los casos acuden con regularidad al colegio. 'En muchas ocasiones no pueden ir porque los padres tienen que ir al mercadillo a las seis o siete de mañana y no tienen dónde dejarlos', señala Sinaí Giménez.

El presidente de la Asociación Pueblo Gitano se muestra también muy crítico con la actitud de las administraciones en relación con el desmantelamiento de asentamientos chabolistas y el reaolojo de sus ocupantes. 'A veces hay declaraciones envenenadas de xenofobia sin ser necesario ir a Francia', indica Sinaí en relación con conflictos como el de O Vao, en Pontevedra, o las protestas que generó en su día el realojo de chabolistas de Penamoa en barrios de A Coruña.

En este caso concreto, cuestiona el procedimiento seguido por el Ayuntamiento de A Coruña, al que acusa de haber promovido 'un modelo de realojo hecho a su antojo'. 'Se abusó de la ignorancia de las personas', sostiene al señalar que 'hay realojados que creen que las viviendas son suyas y lo que están es en régimen de alquiler', insiste.

Asimismo, remarca que todos los chabolistas de Penamoa 'tienen derecho a una vivienda de realojo' y avanza que harán un seguimiento de las familias que queden sin realojar.

También sostiene que 'antes que derribar chabolas hay que trabajar para integrar a estas personas realmente en la sociedad y aquí se ha hecho al revés', indica al insistir en que 'para tener piso se necesita tener trabajo'. E incide en la importancia de no vincular a todos los gitanos con el tráfico de drogas. También Vilagarcía de Arousa llevó la fama de los capos y los capos eran unos cuantos', insiste el presidente de la Asociación del Pueblo Gitano al argumentar que 'es absurdo que se hagan calificaciones por cuatro personas'.

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