PSICOLOGÍA

Consejos para relaciones felices

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photo_camera Una pareja, dos personas.

Los compromisos auténticos y responsables pueden crear espacios para los dos, una pareja son dos personas y no una fusión

El Doctor Walter Riso, ayuda en su libro sobre las relaciones de pareja, "Enamorados o esclavizados". En algunas de sus reflexiones, marca la diferencia entre aferrarse al otro porque uno necesita vivir atado, “me siento horrible solo y necesito alguien que me de la sensación de seguridad”, o por una elección, una preferencia, elegir por el placer de vivir al lado de otra persona. La diferencia es clave, es haber desarrollado un amor dependiente y esclavizante o la perspectiva de "yo soy feliz", y elijo vivir a tu lado porque me gustas. Otra liberación del amor de pareja se relaciona con la creación por parte de ellos mismos de lo que es “su amor”. Sin expectativas, sin patrones, sin comparaciones, sin mitos. Lo que ellos mismos generen. ¿Tiene que castigarse la libertad individual, al tener un amor?

En realidad los compromisos auténticos y responsables pueden crear espacios para los dos, una pareja son dos personas y no una fusión. Por ello se necesita que los dos sigan teniendo su espacio propio, y no ser la parte de una mezcla, una dependencia patológica. Un amor sin sufrimiento es verídico, auténtico. ¿Porqué alguien tiene que renunciar a su propio potencial por el amor a una pareja?. La nueva era llegó, y vivir en un pasado de dolor, sacrificio y anulación personal para que el amor fluya ya no pertenece a los humanos de este siglo. La evolución de la psicología también ha contribuido a potenciar el "yo" en las personas y unido a la transformación de la sociedad, entre otros factores, permiten desarrollar un marco de pareja para que ambos se sientan más felices. Ya no tienen cabida los sacrificios y autoflagelación, para demostrar un amor más fuerte. Ahora es el compromiso de dos personas que comparten su vida y su amor, creando unos espacios conjuntos y otros personales para seguir creciendo como personas y disfrutando de la compañía del otro. La gente aprende y crece. Y en su desarrollo va mejorando aspectos de su forma de se ser, madurando, con autonomía e independencia. Consigue la paz interior y el desarrollo del "yo". Alcanza una autoestima, confianza y seguridad, y sus horizontes se expanden. Así llegan los miembros de la pareja a un estado de propia felicidad. No busca, más bien comparte de lo que sí disfruta ya (nadie da lo que no tiene).

Desde esos horizontes, las relaciones se integran en una dinámica vital constructiva. Al ir creando su amor sobre lo que van experimentando y viviendo, definen sus preferencias y eligen con inteligencia lo que les da óptimas vibraciones, al fin, más felicidad. Aplicando su inteligencia emocional y su inteligencia práctica y aplicada. Ajenos a referencias de patrones de cómo tiene que ser el amor, copiando siempre de otros, prefijado por la sociedad, eluden actitudes rígidas y cerradas, son protagonistas de lo suyo, su amor, están al día, disfrutando de la pasión y la libertad, que van marcando con sus comportamientos, en conjunto por sus psicologías y sus caracteres. Vivir lo suyo, personalizado. Para llegar ahí, se necesita ese cultivo de lo propio, ¿quién tiene seguridad en otro si no la tiene consigo mismo?. Cuando no se ha desarrollado la propia personalidad, no se puede ofrecer. ¿Cómo se valoran las cualidades de otro si no se valoran las propias?. Los amores evolucionados integran a los dos, con su autonomía, libertad e independencia, sincronizados, con respeto a las diferencias y compartiendo su vida. Y sobre todo un amor libre de enfermedades mentales y psicopatología, sin fantasmas, sin dominancia y control, sin celos, sin estrés, sin ansiedades y sin dependencia emocional. Alejado del acoso psicológico, de violencia emocional, manipulación, atropellos, de expectativas falsas, ya que todo ello genera tanta amargura y dolor. Es la mejor forma de crear un ambiente psicológico, sustrato para el bienestar, la salud, placer y el desarrollo personal y de su relación.

Isabel Calle Santos es especialista en Terapia Sexual y de Pareja y en Psicología Clínica

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