Delicias divinas viajan por España en Navidad

photo_camera Los empresarios Agustín y Ana, con los productos artesanales (LAVANDEIRA JR.)

Nueve congregaciones religiosas muestran sus productos en Santiago

Ricos dulces de elaboración artesanal, mermeladas, tartas, licores y chocolates producidos por nueve congregaciones religiosas de España hacen las delicias de los visitantes terrenales que acuden a una feria que arranca en Galicia y continuará en Almería, Madrid, Sevilla, Málaga, Alicante, Valencia, San Sebastián, Santander y Palencia, ofrece una faceta distinta de la vida monacal. Cuando el paladar saborea las delicias divinas y celestiales elaboradas por las monjas de convento, de prescripción casi obligatoria para estas épocas navideñas, quien los degusta piensa que toca el cielo o ha llegado al Edén.

La Feria de Dulces de Conventos, que acoge Santiago desde hasta el próximo lunes, representa a casi todas las comunidades de España, explica su coordinador, Agustín Meneses. Turrones de Salvatierra, mazapanes de Puente de la Reina (Navarra), yemas, polvorones, roscones de vino, mazapán de Soto Segura (La Rioja), panallets, alfajores, dulces de leche, carolinas... Todo tiene cabida.

Las monjas se afanan así en satisfacer una demanda que crece cada año, y más en estas fechas -que representan el sesenta por ciento del total de ventas-, con las que, a cambio de 'endulzar' la Navidad, se ayuda al mantenimiento de monasterios y conventos con siglos de antigüedad salpicados por toda la geografía española. Así, apuestan por rescatar las antiguas recetas conventuales y entrar en la llamada mercadotecnia, para ayudar al sustento de la comunidad compartiendo la espiritualidad, la humildad y la timidez con la sabiduría.

Carmelitas, clarisas, cistercienses, franciscanas, calatravas, bernardas o las comendadoras de Santiago ponen a la venta todo tipo de dulces típicos navideños, además de licores terapéuticos, vino, quesos, sobaos, rosquillas, trufas o azúcar. Durante estos días, el olor a repostería, canela, esencias, azúcar y harina inundará el recinto de San Martín Pinario, que este año cuenta con 170 referencias de 22 monasterios distintos, con productos elaborados "al instante".

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