Comer fruta o verdura y disminuir las grasas actúan como medidas de prevención

Una dieta sana reduce un 35% el riesgo de infarto

Un puesto de fruta a disposición de los clientes en un mercado.
Los beneficios de una dieta saludable pueden reducir hasta un 35% el riesgo de padecer muerte cardiovascular. Para realizar la investigación, se analizaron recientemente los hábitos alimenticios de 31.546 personas (9.378 mujeres y 22.168 hombres), todas ellas mayores de 55 años, con un historial clínico de enfermedad cardiovascular y bajo medicación farmacológica con antihipertensivos.
Los estudios sobre el beneficio de una dieta saludable demuestra además que comer sano reduce un 14% el riesgo de sufrir infarto de miocardio, un 19% las posibilidades de accidente cardiovascular y un 28% el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva en aquellos pacientes que ya sufrieran un evento cardiovascular previo o padezcan diabetes.

La Fundación Española del Corazón (FEC) cree necesario que todos los cardiópatas reciban, junto a su prescripción farmacológica, indicaciones alimenticias sobre la dieta a seguir con el objetivo de evitar accidentes cardiovasculares y mejorar el tratamiento. Recuerda que la dieta mediterránea y, en concreto el consumo habitual de frutas, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva ayudan tanto a la prevención como al abordaje de las enfermedades del corazón, así como la disminución del consumo de grasas, especialmente las saturadas, y evitar los productos como huevos, carnes, embutidos o quesos.

Según el doctor Leandro Plaza, presidente de la FEC, 'ningún cardiópata, en su mayoría quienes sufrieron un infarto, debería salir de la consulta médica sin recibir una serie de indicaciones dietéticas adecuadas al tipo de medicación prescrita'. Además, este tipo de alimentación está asociada a un mayor beneficio de los fármacos utilizados en la prevención secundaria.

Te puede interesar
Más en Sociedad