El envío de fotos eróticas de uno mismo por el móvil puede acabar en la red sin control alguno

Los expertos alertan sobre el 'sexting' entre los jóvenes

Dos jóvenes se hacen una foto con el móvil mientras se dan un beso. (Foto: JAVIER LIZÓN)
'Cuando una imagen sale de tu móvil pierdes para siempre su control'. Este es uno de los mensajes dirigidos a los menores que pretende hacer llegar una guía para prevenir el 'sexting' entre los adolescentes, presentada ayer. El fenómeno, aún incipiente en España pero frecuente en países como Estados Unidos, consiste en la difusión o publicación de fotos o vídeos de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico.
Normalmente estos contenidos se crean para enviarlos como regalo a la pareja o como un flirteo, con lo que el autor es el responsable del primer paso en su difusión. A partir de ahí, la foto o el vídeo puede entrar en una cadena de reenvíos que hace que puedan ser conocidos de forma masiva y acabar en la red, una situación que escapa al control del protagonista.

En España, un 4% de los menores entre 10 y 16 años reconoce haberse hecho a sí mismos fotos o vídeos en una postura sexy (no necesariamente desnudos ni eróticos) utilizando el teléfono móvil y el 8,1% declara haber recibido en su teléfono imágenes de ese tipo de chicos o chicas conocidos.


HUMILLACIÓN PÚBLICA

La 'Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo', realizada por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y PantallasAmigas, informa sobre el 'sexting' y sus riesgos y proporciona pautas para su identificación y prevención. Aunque no es un fenómeno exclusivo de los menores (los adultos también lo practican), la falta de cultura de privacidad entre los adolescentes y la menor consciencia de los riesgos determinan su especial vulnerabilidad, explicó el director general de Inteco, Víctor Izquierdo.

Entre los riesgos, el gerente del Observatorio de la Seguridad de la Información del Inteco, Pablo Pérez, señaló la 'evidente' amenaza a la privacidad y la humillación pública que puede sufrir el menor que ve difundida su imagen en la red, que puede derivar en trastornos psicológicos. Además, puede dar lugar al ciberbullying (acoso a través de internet), que supone el hostigamiento de un menor hacia otro menor en forma de insultos, amenazas, vejaciones o chantaje, utilizando para ello un canal tecnológico. También las fotografías o vídeos de contenido sexual en manos de una persona inadecuada puede servir para extorsionar o chantajear al protagonista (sextorsión) con el fin de obtener algo de él.

La existencia de imágenes eróticas puede llamar la atención de adultos, que mediante diferentes estrategias y engaños intenten ganarse la confianza del menor con el fin de obtener concesiones de índole sexual, un fenómeno que se conoce como 'grooming'.

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