Un informe alerta del aumento de hogares incapaces de mantener a todos sus miembros en paro

Las familias españolas están en situación límite ante la crisis

Las familias españolas, que en los primeros años de crisis habían ejercido un papel 'amortiguador' en la atención y apoyo a sus miembros en paro, actualmente se encuentran 'al límite' de sus posibilidades, según el estudio 'Crisis y fractura social en Europa. Causas y efectos en España' de la Obra Social La Caixa dado a conocer ayer.
Es una de las principales conclusiones del trabajo presentado ayer en Madrid, que pone en evidencia el sistema de protección social español y las iniciativas llevadas a cabo por los gobiernos para paliar los efectos de la crisis en la sociedad española, sobre todo si se compara con las herramientas empleadas por los vecinos europeos.

'Dentro del hogar existen estrategias de reparto entre los miembros de la familia, pero esta situación es cada vez más limitada por la larga duración de la crisis', indicó Begoña Pérez Eransus, coordinadora del estudio junto a Miguel Laparra, que alertaron de que cada vez hay más hogares con todos sus miembros en paro (7,6%, el doble que la media europea).

La pensión del abuelo puede convertirse en un 'recurso esencial' para la supervivencia de las familias con desempleo total y el número de este tipo de casos se ha triplicado desde 2006 hasta 2010, alcanzando la cifra de 300.000 (el 7,9%, unos seis puntos por encima de Dinamarca, Francia y Reino Unido, países ejemplos de los distintos modelos de la UE). La situación 'más dramática', según los autores, es la de las familias monoparentales, encabezadas por mujeres con hijos que han perdido su empleo.


EMANCIPACIÓN 'TEMPRANA'

Los jóvenes es otro de los colectivos más vulnerables, cuyo riesgo de padecer pobreza severa es cada vez más alto. El estudio indica que, a diferencia de lo que se pueda pensar, la emancipación tardía de este colectivo de entre 18 y 34 años -el 52,8% vivía con sus padres antes de la crisis- se reducijo un 3,4 por ciento ante la incapacidad de sus familias de poder mantenerlos bajo el mismo techo. 'Los hogares ya no dan más de sí y algunos jóvenes, que están desempleados, se van de casa porque no hay más posibilidades de reagrupación', dijo el profesor Miguel Laparra.

Además, el trabajo recuerda que uno de cada cuatro jóvenes de entre 20 y 30 años ni estudia ni trabaja ('ninis'), una cifra que ha aumentado en nueve puntos si se compara con los datos anteriores al inicio de la crisis. Esto se debe, según han explicado los autores, a la elevada oferta de empleo no cualificado en sectores como la construcción o los servicios, que llevó a miles jóvenes a abandonar sus estudios por trabajos temporales.

Mientras que los sistemas de protección social de los países objeto también de este estudio (Dinamarca, Francia y Reino Unido) han funcionado como 'estabilizadores automáticos' de la crisis, en España, por el contrario, estos recursos se han mostrado 'insuficientes' e 'ineficaces' para afrontar las nuevas necesidades de las familias y reducir la pobreza.

'Sólo el 51 por ciento de la población española que se encuentra bajo el umbral de la pobreza evita salir de esta situación gracias a las transferencias sociales', Pérez Eransus, que advirtió que en Dinamarca este porcentaje se eleva al 66% y en Francia al 70%.

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