La mujer curada por la intercesión del futuro santo Juan Pablo II se considera 'indigna' del prodigio

Floribeth Mora, el milagro que busca su misión en la vida

Floribeth Mora, en su vivienda de San José. (Foto: JEFFREY ARGUEDAS)
Tranquila pero aún cansada por el ajetreo mediático de estos días, la costarricense Floribeth Mora busca comprender la misión que deberá cumplir tras recibir una 'segunda oportunidad' de vida por medio de un milagro que permitirá la canonización de Juan Pablo II. 'Esto es un honor. Hay tantas personas con tantos milagros y el Señor me escogió a mí entre tantas personas. Usted recorre el mundo y siempre habrá alguien que contará un milagro', declaró Mora en una entrevista con Efe.
En compañía de su familia y de sus vecinos del humilde barrio de Dulce Nombre de Tres Ríos, ubicado en los cerros que rodean la capital de Costa Rica, San José, Mora descansa tras el intenso viernes en el que fue presentada oficialmente como la persona en la que se obró el segundo milagro del beato Karol Wojtyla (1920-2005). Decenas de cámaras fotográficas, de televisión, periodistas locales e internacionales, vecinos y desconocidos, se han acercado a Mora desde el viernes para conocer su historia y de como fue sanada de un aneurisma cerebral por la intercesión de Juan Pablo II.

Esta mujer de 50 años y estudiante de Derecho, se considera 'indigna' de recibir un milagro, pero afirmó que 'es bonito' y 'un compromiso de fe'. Mora, quien trabaja en una pequeña empresa familiar, piensa que toda su vida se preguntará por qué fue escogida para recibir un milagro, aunque cree que tiene una misión que ha comenzado a comprender.


'AYUDAR AL QUE LO NECESITA'

'Por ahora he recibido tanta gente y voy entendiendo el propósito.Tengo que darles lo que yo siento para aumentar la fe. Ellos tienen miedo como lo tenía yo y empecé a ver mi misión: ayudar al que necesita y darle una palabra de consuelo al enfermo', aseguró. Esta madre de cuatro hijos y abuela de cuatro niños, considera que Dios le dio 'una segunda oportunidad para hacer muchas cosas', entre las que pone como prioridad una 'sanación espiritual' personal.

Mora también sueña con ejercer el Derecho algún día. Por ahora lleva tres años de carrera y aunque se rezagó debido al aneurisma cerebral, no piensa renunciar. 'Llevo bloques (de asignaturas) más cortos y voy algo rezagada, pero lo importante es que estoy viva y puedo continuar', aseguró.

Los médicos le dieron pocas esperanzas de vida en abril de 2011 cuando le detectaron un aneurisma cerebral que le provocaba fuertes dolores de cabeza y pérdida de movilidad en la parte izquierda de su cuerpo. Ella asegura que el 1 de mayo de ese año, día de la beatificación de Juan Pablo II, al ver una revista con la imagen del papa polaco, escuchó una voz que le dijo dos veces 'levántate, no tengas miedo' y se sintió curada. En noviembre los médicos no encontraron rastros del aneurisma en los exámenes de seguimiento y a partir de 2012 el Vaticano comenzó la investigación del caso, hasta oficializar el pasado viernes que se trataba del segundo milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II.

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