El compostelano es uno de las irrupciones en el panorama musical en lo que va de año
El cantante Fredi Leis es, probablemente, de los gallegos a los que más les ha cambiado la vida en los dos últimos años, desde el lanzamiento de su primer EP en 2015, momento en el que pasó de ser uno de los jóvenes que acudía como público a las salas de conciertos de Galicia, a ser él quien colgaba el cartel de `entradas agotadas` o ser el telonero de Alejandro Sanz.
Leis (Santiago de Compostela, 1987) se inició en la música de forma autodidacta gracias a un órgano que recibió como regalo siendo un adolescente y un "domingo" se decidió a ser valiente y subir una de sus canciones a una plataforma digital, la cual fue sumando visitas de forma meteórica hasta que le ofrecieron grabar su EP `Días Grandes`, al que pronto seguirá un nuevo CD que ya está en proceso de producción.
Embarcado en la aventura de ese nuevo disco, el intérprete, músico y compositor Fredi Leis, en el marco del ciclo Santiautor en Santiago de Compostela trae de nuevo a su casa, Compostela, la gira `Días Grandes`, y cuenta en una entrevista con Efe: "A Santiago le tengo un amor eterno, venir a tocar aquí es de las cosas más especiales y de los conciertos más especiales que puedo hacer".
Como para él es singular, lo reivindica con más ahínco, pero considera relevante para todos los amantes de la música que Galicia tenga un ciclo de conciertos tan consolidado como este, en el que él actuará el próximo 20 de mayo.
"Santiautor -reflexiona- se ha convertido ya en un emblema de la música en España, empezó siendo una cosa pequeña y se está convirtiendo en una cosa muy, muy grande".
"Se les está yendo de las manos, para bien", bromea el cantante precisamente sobre Santiautor, un certamen que aúna las distintas variantes de música de autor que conviven hoy en día en este país, alternando artistas consagrados con otros noveles.
"Es un orgullo para cualquier gallego, cualquier compostelano y para cualquiera que le guste la música, que se organice un festival de este tipo, y, sobre todo, que se apueste por la música en directo", incide.
Y, a pesar de ser uno de los fijos de los hilos radiofónicos de este país, Leis sigue con los pies en la tierra y con la intención de "continuar creciendo poco a poco", meta que se marca con su nuevo CD en el que habrá un "cambio" de registro, porque "el EP era mucho más íntimo" dado que describía otro momento de su vida, y en este, en cambio, acorde "con el momento vital" en el que se encuentra él mismo, habrá "canciones incluso bailables" que puedan sonar en un local de copas a las tres de la madrugada.
"La idea es esa, a la gente le va a sorprender", explica Leis, que en sus últimos conciertos desliza, al igual que hará en su próxima cita en Compostela, "un par de temas nuevos", ya que considera que un "concierto es un buen sitio para testar las canciones".
El nuevo CD será, por tanto, una compilación de otra decena de canciones en las que el artista sigue contando "sus penas y alegrías; sigo hablando de todo lo que a mí me llena", observa, para explicar acto seguido que aunque él se nota "muy tímido" a la hora de reflejar los sentimientos, al hacerlo en canciones se desinhibe.
Este quizá sea el truco que emplean las figuras de la música gallega que más están triunfando en el país, como, además del propio Leis, Iván Ferreiro o Andrés Suárez, continúa, ya que "cuando cuentas historias que nos pasan a todos, al final tienes más posibilidades de empatizar, de gente que te escuche y diga pues a mí me paso lo mismo, tienes razón en lo que dices, entonces, bueno, creo que la clave es esa, la de conseguir transmitir, que la gente te escuche, y se crea lo que estás contando".
Además, el próximo disco será una nueva composición con denominación de origen gallega pues el proceso de grabación se ha llevado a cabo en Compostela, "en mi casa, en el mismo estudio en el que he compuesto todas las canciones, eso para mí ya es especial", suscribe, porque no en vano le permite "acabar la grabación y poder salir a tomar algo por la zona vieja", que siempre "inspira".
El cantautor compostelano cree que es un buen momento para la música en este país porque pese a ser "una industria complicada", "en España hay muchas ganas de música, creo que a la gente aquí le encanta la música y va a los conciertos".
Por ello, opina que "se debería incluso de facilitar un poco más el acceso a la música" y que ésta se impulsase con mayor rotundidad desde las instituciones, en un momento en el que es "más fácil vender la entrada a un concierto que un CD".
Aunque, fuera del pesimismo, Leis cree que la "venta digital está mejorando" y los propios conciertos también se están afianzando como "un punto de venta importante y muy bueno".
"Si consigues gustar entonces dan el paso de comprar el CD, por eso es importante que nadie se vaya indiferente de un concierto".
La única forma de conseguirlo es volcarse en cada sesión, algo que a él le resulta fácil porque -asegura- ama los directos: "Para mí el fin último de la música es tocar en directo", por ello, y aún con la "morriña" propia de cualquier buen gallego, se siente afortunado estando de gira, a pesar de que conlleva "muchas y muchas horas de carretera y convivencia".
Otro de sus propósitos es, asimismo, hacer una gira más lejos, a Latinoamérica, lugar donde gracias a las redes sociales ya tiene muchos seguidores, con lo cual, razona, "me parece increíble que mi música consiga llegar a 10.000 kilómetros y que las muestras de cariño me lleguen desde tan lejos. Las recibo, y, entonces, me encantaría cruzar el charco, coger un avión con las canciones y tocar allí, y espero que sea pronto, pero vamos paso a paso".
Aún con muchos países de por medio, el compositor se compromete, de igual forma que lo hace en todas y cada una de sus actuaciones, a continuar tocando la canción que le dedica a la que para él es la ciudad más especial del mundo, Santiago, y que en un principio dudó respecto a cantar fuera de los límites de Galicia.
"Claro es que llegar a otra ciudad y decirles a través de una canción `que no hay nada más bonito que vivir en Santiago`, me asustaba", hasta que concierto tras concierto siempre le pedían este tema que, como cualquier buen reclamo turístico, describe a la perfección las calles de la capital gallega, así como las sensaciones de todo turista que llega a Santiago, y es que, como la letra dice, "no hay ni un peregrino que se marche sin resaca".
