Consiste en una red de pequeñas unidades en las que conviven hasta una docena de personas

'Innovage', un nuevo modelo para atender a los mayores

Una de las ponencias en Valladolid, del nuevo modelo de atención a personas mayores 'En mi casa'. (Foto: N. GALLEGO)
Los abuelos se van de casa a la residencia pero de forma menos traumática ya que se les proponen pequeñas unidades de convivencia en las que pueden hacer hasta la compra o acudir sólo para comer, en una experiencia que pilota Castilla y León, y que ayer conocieron catorce regiones europeas.
Se trata de un modelo asistencial más cercano y profesional, que además genera empleo y que interesa especialmente en la UE, donde en 2020 la tasa de envejecimiento alcanzará el 22 por ciento, algo de lo que ya sabe Castilla y León, donde se superará ese mismo año el 25 por ciento, y que llevó a esta comunidad a anticiparse para buscar soluciones.

En este nuevo modelo de atención residencial, que ya funciona en nueve residencias de Castilla y León, la persona mayor puede optar por entrar en una de esas pequeñas unidades en las que conviven hasta una docena de personas, y a la que se puede llevar sus muebles, recibir a sus familiares o que el nieto se quede a dormir.

La consejera autonómica de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, detalló ayer a los periodistas las tres jornadas en las que cuarenta representantes de catorce regiones europeas, que junto a Castilla y León participan del proyecto europeo 'Innovage', conocieron la novedosa experiencia de esta comunidad que 'ven como una oportunidad' para sus territorios.


ATRACTIVO Y FLEXIBLE

Es un nuevo modelo de centro multiservicios abierto, con intimidad e individualidad, que se presenta como un espacio abierto, más atractivo y flexible, que gira alrededor de la persona, y permite además estrechar los lazos de convivencia entre los mayores y la implicación de sus familias, con un coste para los centros concertados que está entre los 1.200 y 1.500 euros de máximo.

El modelo conjuga estas unidades de convivencia con el un nuevo concepto de centro residencial que abre sus puertas para que los no residentes que quieran permanecer en sus domicilios acudan a tomar un café, comer, dormir dos semanas o un fin de semana, permanecer durante el día o sólo durante la noche o llevar la ropa a la lavandería.

En lugar de las tradicionales habitaciones dispuestas alrededor de un pasillo se abren las unidades de convivencia, donde una docena de personas conviven como si se tratara de su verdadero hogar, con espacios propios pero compartiendo sala de estar, comedor, salas multiusos y una sala de auxiliares de enfermería.

Además, cada residente cuenta con un profesional de referencia, que le presta atención directa y estable y desarrolla el plan de vida del mayor, para que pueda seguir con sus sueños, metas e intereses, seguir cuidando de sus plantas, cosiendo o lavándose la ropa. El proyecto busca implicar a todo el sector y en esa línea en estas jornadas participaron cuarenta empresas de Castilla y León interesadas en buscar soluciones innovadoras que contribuyan a una vida más independiente de los mayores.

Como miembro del proyecto europeo, y anfitrión junto a la Junta de Castilla y León, el gerente de la Fundación Intras, Pedro Pérez, insistió en las oportunidades que ofrece la atención a los mayores, y destacó el uso de sistemas telemáticos para estimular la memoria, o los que se utilizan en teleasistencia o telemedicina.

Desde la empresa salmantina Limcasa, Ángel Sánchez, detalló otro proyecto, que está en fase piloto, denominado 'tutio', amparo en latín, que mediante sensores busca que la persona se sienta amparada en su casa a un coste menor -un mínimo de 40 ó 50 euros, que el de ser atendida en una residencia.

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