Una joven con esclerosis múltiple escala el Kilimanjaro

Inés Grau subió el Kilimanjaro (Foto: Albert Olivé)
Inés Grau, una joven catalana de 24 años, nunca pensó que un día llegaría a subir los 5.895 metros del monte Kilimanjaro, pero el diagnóstico de una esclerosis múltiple le cambió la vida hasta el punto de superar 'el miedo' y cumplir el reto de ascender al punto más alto de África. La vida cambió cuando, un año antes de llegar a la mayoría de edad, sufrió una parálisis facial y, tras pasar un profundo examen médico, los doctores le confirmaron que padecía esclerosis múltiple.
'La primera vez que lo escuché me sonó muy mal y pensé: acabaré en silla de ruedas, y poco a poco pasé del negativismo absoluto a darle la vuelta', recordó en una entrevista esta joven recién licenciada en Psicología. La aventura africana de Inés -voluntaria de la Federación Española para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple (Felem)- empezó hace un año cuando, en un congreso en Alemania, conoció a Lori Schneider, de 56 años afectada por la enfermedad y fundadora de Empowerment Throught Adventure, que organiza retos para personas con alguna limitación física.

Grupo de la expedición
Schneider, que escaló las siete cimas más altas de los cinco continentes, le propuso a Inés que se uniera a la expedición, formada por diez personas con esclerosis y cuatro enfermos de Parkinson, que ascendería al techo del continente africano. Sin dudarlo, Inés aceptó la propuesta. Tras prepararse física y psicológicamente, el 12 de julio, ella y sus trece compañeros, emprendieron, junto a quince acompañantes, la ansiada ascensión al Kilimanjaro para demostrar que, 'sólo existen barreras mentales', destacó.

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