Óscar Fernández no habla, no escribe y solo mueve la cabeza y un pie, pero en los últimos meses aprendió a manejar el móvil y la tablet y se comunica con emoticonos
Óscar Fernández Ferreira, un joven vigués de 29 años con parálisis cerebral, es uno de los cuatro finalistas del premio nacional Romper Barreras que promueve el uso de la tecnología como herramienta para mejorar la autonomía, el aprendizaje y la integración social de las personas con discapacidad.
En su caso, el smartphone y la tablet le permitieron comunicarse con amigos y familiares, a pesar de que no habla, no maneja la lectoescritura y solo mueve la cabeza y el pie derecho. Desde que aprendió a usar estas tecnologías nuevas para él, hace menos de un año, se le abrió un mundo de posibilidades, disfruta con este diálogo permanente como cualquier persona de su edad e incluso protagoniza y comparte vídeos llenos de humor en la aplicación Tik Tok.
Óscar Fernández es uno de los usuarios más jóvenes de la residencia de la Asociación de Familias de Persoas con Parálisis Cerebral (Apamp) de Vigo y él mismo ha compartido su candidatura al Premio Romper Barreras en las redes sociales para que las personas que lo deseen puedan votarle.
Este logro tiene mucho que ver con el esfuerzo, la constancia y la ilusión del propio Óscar, pero también con la persona que está al frente del programa de autonomía personal de Apamp, Antón Fernández, que compagina este trabajo con su faceta de músico. “Óscar es un chico con muchas capacidades y esto surge porque él tenía inquietudes de comunicarse, de estar en contacto con las nuevas tecnologías”, explica Antón, que se puso manos a la obra para desarrollar un sistema que pudiera utilizar este joven vigués. Empezaron con un pulsador que acciona con su cabeza y con un sistema de barrido para elegir la casilla adecuada, adaptados a Android y Samsung, y crearon un lenguaje propio basado sobre todo en emoticonos, que le permite comunicarse a través de redes sociales como Facebook, Instagram, Whatsapp o Tik Tok. Óscar recibe audios por whatsapp y contesta con emoticonos dándole a un pulsador. También utiliza fotos, vídeos y hace vídeollamadas. Tras unos meses de aprendizaje, ahora dispone de una nueva silla que incorpora conexión inalámbrica vía bluetooth, así como el manejo de joystick (palanca para controlar el cursor) a medida en su pie derecho.
Antón Fernández es músico profesional, pero a raíz de la pandemia, con la cultura a medio gas, comenzó a dar talleres de música, de comunicación y finalmente de autonomía personal en Apamp. “Si algo bueno me trajo la pandemia fue poder estar aquí. Ver como poco a poco a base de trabajo van consiguiendo cosas es muy gratificante. Son cosas que desde fuera das por hecho como ir a tu habitación y cambiar la tele o cerrar la persiana, pero para ellos supone mucho”.
