Después de Canadá y Suiza, los adolescentes españoles presentan la tasa más alta de consumo de cannabis en países ricos, una tendencia que se ha mantenido durante años, pero que en los últimos tiempos se empieza a revertir y a ceder protagonismo a la ingesta abusiva de alcohol, un fenómeno que cada vez preocupa más y que ha sufrido un aumento espectacular en los últimos años.
El último informe 'Bienestar infantil en los países ricos' elaborado por Unicef, examina algunas conductas de riesgo en los jóvenes de las 29 economías mas avanzadas del mundo, como el consumo de tabaco, alcohol o cannabis. Es en este último aspecto donde los adolescentes españoles salen peor parados, al situarse en el tercer puesto en cuanto a consumo de cannabis, por detrás de Canadá y Suiza y justo por delante de Francia y Estados Unidos. Así, cerca el 25% de los jóvenes españoles de 11, 13 y 15 años declaró haber consumido cannabis en los últimos 12 meses, porcentaje bien lejano del que presentan jóvenes de países vecinos como Grecia -sobre el 6%- o Portugal -10%-.
'Es cierto que en anteriores estudios España siempre ha presentado indicadores con un alto nivel de consumo de cannabis', explicó ayer el responsable de Políticas de Infancia de Unicef, Gabriel González Bueno. Para explicar estos datos, el responsable de Unicef habla de los hábitos culturales y de 'cierta tolerancia' hacia el consumo de drogas consideradas blandas, aunque alerta de que cada vez son más los expertos que consideran que pueden generar 'efectos bastante graves' relacionados con la salud mental.
DESCENSO GENERALIZADO
No todos los datos son negativos. El informe de Unicef recoge también la evolución del consumo de esta sustancia entre los años 2001 y 2010. De esta manera, se observa un claro descenso en el consumo de cannabis en España, que ha pasado de situarse por encima del 30% en el periodo 2001-2002, a quedar por debajo del 25 en los años 2009-2010, últimos de la serie analizada.
Este descenso no es exclusivo de España, sino que se da en prácticamente todos los países analizados, excepto Suecia, Grecia y Finlandia, cuyos porcentajes de consumo se sitúan bastante por debajo del 10%. 'Estos datos no son para un premio, pero sí para alegrarnos' porque va disminuyendo el consumo de sustancias entre los menores españoles, comenta el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón. El consumo de cannabis en los jóvenes españoles de 14 a 18 años lleva bajando desde el año 2004 cuando el 25% de los encuestados afirmaba haber tomado estas sustancias en los últimos 30 días, hasta el 17% de 2010.
'Es cierto que en anteriores estudios España siempre ha presentado indicadores con un alto nivel de consumo de cannabis', explicó ayer el responsable de Políticas de Infancia de Unicef, Gabriel González Bueno. Para explicar estos datos, el responsable de Unicef habla de los hábitos culturales y de 'cierta tolerancia' hacia el consumo de drogas consideradas blandas, aunque alerta de que cada vez son más los expertos que consideran que pueden generar 'efectos bastante graves' relacionados con la salud mental.
DESCENSO GENERALIZADO
No todos los datos son negativos. El informe de Unicef recoge también la evolución del consumo de esta sustancia entre los años 2001 y 2010. De esta manera, se observa un claro descenso en el consumo de cannabis en España, que ha pasado de situarse por encima del 30% en el periodo 2001-2002, a quedar por debajo del 25 en los años 2009-2010, últimos de la serie analizada.
Este descenso no es exclusivo de España, sino que se da en prácticamente todos los países analizados, excepto Suecia, Grecia y Finlandia, cuyos porcentajes de consumo se sitúan bastante por debajo del 10%. 'Estos datos no son para un premio, pero sí para alegrarnos' porque va disminuyendo el consumo de sustancias entre los menores españoles, comenta el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón. El consumo de cannabis en los jóvenes españoles de 14 a 18 años lleva bajando desde el año 2004 cuando el 25% de los encuestados afirmaba haber tomado estas sustancias en los últimos 30 días, hasta el 17% de 2010.
