El 42 por ciento de los niños afirma que sus padres utilizan el teléfono móvil mientras conducen, una infracción que sólo reconoce el 13 por ciento de los padres.
Además, el 30 por ciento de los niños asegura que regaña y corrige a sus padres por saltarse semáforos en verde para los peatones si no hay nadie cruzando y por enfadarse con otros conductores.
Esta son sólo alguna de las conclusiones de una encuesta sobre educación vial elaborada en varios colegios y presentada ayer en rueda de prensa por el director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Julio Laria.
Uno de los problemas que el estudio destaca en materia de seguridad vial son las pocas horas lectivas dedicadas a ello en los colegios, con menos de tres por trimestre, y la peligrosidad percibida en el entorno escolar, con vehículos mal aparcados y tráfico intenso.
Los padres encuestados, que son el ejemplo principal de sus hijos, delegan su responsabilidad como educadores en educación vial en las autoridades de tráfico y el colegio, y piden una asignatura específica con cuestiones más prácticas, porque estiman que cuando los niños aprenden seguridad vial aprenden 'comportamientos respetuosos'.
A juicio de Laria sigue habiendo un grupo de padres que se resiste a respetar normas de tráfico en trayectos cortos, que justifica no llevar puesto el cinturón de seguridad y utiliza el teléfono móvil cuando conduce en un entorno conocido y durante poco tiempo.
En cuanto a los alumnos, a la inmensa mayoría (95 por ciento) le gusta la forma en la que les enseñan las normas de circulación y seguridad en centros escolares, especialmente las actividades prácticas, los videojuegos y simuladores. Los profesores destacan que es 'necesaria' una programación en seguridad vial para los alumnos y consideran que el ordenador es el soporte principal.
INFORMACIÓN EFICAZ
La mayoría de docentes, el 78 por ciento, cree que la seguridad vial que reciben los alumnos es eficaz siempre que cuente con el apoyo de los padres y de la sociedad y el 64 por ciento afirma que se implican y reciben el apoyo de otras instituciones.
El fiscal de Sala y Coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, también presente en el acto, aseguró que hay 'muchísima iniciativa privada' pero criticó que falta dar 'un paso' en los colegios, que pasa por incluir la educación vial en la nueva ley educativa.
En este sentido, informó de que miembros de la Fundación comparecerán en el Congreso el próximo día 19 para exponer los resultados del estudio y para transmitir el mensaje de que 'no hay excusa para hacer un buen trabajo en seguridad vial con los niños'.
Según estos expertos, el año pasado 52 menores de 14 años murieron en accidentes de tráfico (cuarenta pasajeros, once peatones y un conductor de bicicleta), diez fallecidos más que el año 2011.
Para reducir estas cifras y formar a los niños en cada estadio de su crecimiento y formación, el próximo año 75.000 niños participarán en iniciativas que se llevarán a cabo en 2.400 aulas de colegios públicos, concertados y privados de toda España.
Esta son sólo alguna de las conclusiones de una encuesta sobre educación vial elaborada en varios colegios y presentada ayer en rueda de prensa por el director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Julio Laria.
Uno de los problemas que el estudio destaca en materia de seguridad vial son las pocas horas lectivas dedicadas a ello en los colegios, con menos de tres por trimestre, y la peligrosidad percibida en el entorno escolar, con vehículos mal aparcados y tráfico intenso.
Los padres encuestados, que son el ejemplo principal de sus hijos, delegan su responsabilidad como educadores en educación vial en las autoridades de tráfico y el colegio, y piden una asignatura específica con cuestiones más prácticas, porque estiman que cuando los niños aprenden seguridad vial aprenden 'comportamientos respetuosos'.
A juicio de Laria sigue habiendo un grupo de padres que se resiste a respetar normas de tráfico en trayectos cortos, que justifica no llevar puesto el cinturón de seguridad y utiliza el teléfono móvil cuando conduce en un entorno conocido y durante poco tiempo.
En cuanto a los alumnos, a la inmensa mayoría (95 por ciento) le gusta la forma en la que les enseñan las normas de circulación y seguridad en centros escolares, especialmente las actividades prácticas, los videojuegos y simuladores. Los profesores destacan que es 'necesaria' una programación en seguridad vial para los alumnos y consideran que el ordenador es el soporte principal.
INFORMACIÓN EFICAZ
La mayoría de docentes, el 78 por ciento, cree que la seguridad vial que reciben los alumnos es eficaz siempre que cuente con el apoyo de los padres y de la sociedad y el 64 por ciento afirma que se implican y reciben el apoyo de otras instituciones.
El fiscal de Sala y Coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, también presente en el acto, aseguró que hay 'muchísima iniciativa privada' pero criticó que falta dar 'un paso' en los colegios, que pasa por incluir la educación vial en la nueva ley educativa.
En este sentido, informó de que miembros de la Fundación comparecerán en el Congreso el próximo día 19 para exponer los resultados del estudio y para transmitir el mensaje de que 'no hay excusa para hacer un buen trabajo en seguridad vial con los niños'.
Según estos expertos, el año pasado 52 menores de 14 años murieron en accidentes de tráfico (cuarenta pasajeros, once peatones y un conductor de bicicleta), diez fallecidos más que el año 2011.
Para reducir estas cifras y formar a los niños en cada estadio de su crecimiento y formación, el próximo año 75.000 niños participarán en iniciativas que se llevarán a cabo en 2.400 aulas de colegios públicos, concertados y privados de toda España.
