La Semana de la Moda de Nueva York abre sus puertas sin tanto culto al creador como en Europa

Nueva York encumbra a Kate Upton como modelo del año

Kate Upton, en un desfile de bañadores.
Acompañando la presentación de las creaciones para la temporada primavera-verano 2014, la Semana de la Moda de Nueva York, eligió a la Mejor Modelo del año 2013, un galardón que recayó este año en Kate Upton, la actual imagen de las joyas del diseñador David Yurman. Upton es acompañada en esa 'meca' del modelaje por Kate Moss y Gisele Bundchen. La modelo norteamericana está ahora explotando su veta actoral y trabaja junto a Cameron Díaz y Leslie Mann en una comedia que se estrenará el año que viene.
Desde el 2011, cuando apareció por primera vez en la portada de Sports Illustrated, Kate ha sido requerida desde todas las firmas comerciales de trascendencia mundial para que promocione sus productos, a pesar deque su 'rotundidad' le ha hecho ser vetada pro firmas internacionales para sus desfiles y presentaciones.

El presente 2013 ha sido un año clave para la rubia que logró hacer la transición de modelo de bikinis a estrella de la alta costura, al aparecer en las portadas de la revista Vogue en su edición de Estados Unidos y Brasil.


'TODO ES POSIBLE'

Menos endiosada que las europeas, más urbana y experimental, la Semana de la Moda de Nueva York comenzó ayer dando pábulo durante sus jornadas a las firmas españolas Desigual, Custo, Pedro del Hierro y Delpozo, al 'niño bonito' de Anna Wintour, Alexander Wang, y a mitos vivientes como Calvin Klein y Carolina Herrera.

Con ese espíritu tan estadounidense de que 'todo es posible' y sin tanto culto a la figura del creador, la Semana de la Moda de Nueva York comenzó sus siete días de avance para lo que se llevará en la primavera de 2014 con varias marcas españolas que se encuentran más o menos cerca de cumplir el sueño americano.

Sin romper su tradición de ropa 'ponible' y divertida, la marca española Desigual debutó ayer en la Semana de la Moda asegurando que 'la vida es chula' y rompiendo las distancias entre pasarela y audiencia al ritmo de una fiesta mediterránea de los años setenta atiborrada de color, estampados y sonrisas.

'No tengáis miedo de enseñar los dientes. Mirad al público. Estad superfelices', era la indicación que recibían las modelos antes de saltar a la pasarela del desfile con el que la firma catalana Desigual rubricó su internacionalización en la primera jornada de la Fashion Week de Nueva York, a pocos días de la apertura de su tienda en la emblemática Quinta Avenida.

'Happy, mediterranean, chic' es el título de la colección que, con 46 diseños, rompió la solemnidad sin pudor en las carpas del Lincoln Center y que, en palabras del director de la marca, Manel Jadraque, es 'la más moderna y 'trendy' que hemos hecho nunca'. 'Es happy, porque es el espíritu de la marca. Positivismo, energía, optimismo... Es mediterránea porque somos de Barcelona, traemos el sol y el mar. Y es chic porque, en cuanto a las formas y materiales, es la colección es más sexy que hemos hecho', aseguró Jadraque.

La a semana pasada abrió su tienda en la mismísima Quinta Avenida y que facturó el año pasado 60 millones de dólares (45,5 millones de euros) en Estados Unidos.

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