Una tormenta con fuerte vendaval y aguacero obligó al Benedicto XVI a interrumpir su discurso en al multitudinaria vigilia

El Papa denuncia que 'el relativismo desprecia la busqueda de la verdad'

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El Papa se vio obligado ayer a interrumpir su discurso durante la vigilia de la oración debido al intenso aguacero que cayó durante unos minutos sobre el aeródromo de Cuatro Vientos, donde cientos de miles de peregrinos se congregaron desde primeras horas de la tarde.
'Nuestra fuerza es mayor que la lluvia', aseguró el pontífice ante los asistentes cuando la lluvia comenzó a amainar. El fuerte aguacero comenzó tras la lectura del Evangelio y obligó al Santo Padre a interrumpir su discurso durante más de 20 minutos, mientras los jóvenes siguieron coreando y cantando: 'Esta es la juventud del papa'.
'Cuánto llueve, esperemos a que pare un poco', aseguró el pontífice en italiano ante los asistentes. En un momento dado, el director ejecutivo de la JMJ, Yago de la Cierva, junto con otra de las organizadoras, Erika Rivera, también se dirigió a los jóvenes y bromeó recordando que 'se habían quejado de que había poca agua'. 'Pues aquí la tenéis', apostilló.

Cuando la lluvia comenzó a amainar, el Papa les dio las 'gracias por su alegría y resistencia'. 'El Señor, con la lluvia, nos ha mandado muchas bendiciones, sois un ejemplo', subrayó Benedicto XVI. Antes de la interrupción, agradeció la sinceridad de los jóvenes que le realizaron preguntas en diferentes idiomas sobre temas relacionados con la fe, el matrimonio, la fidelidad, la firmeza en la fe, la universalidad de Cristo, el sufrimiento o sobre cómo iniciarse en la vida cristiana.

Al reanudar su discurso, el papa, tras agradecer en español la resistencia, se dirigió en francés a los jóvenes para pedirles orgullo por la fé y encuentro con los otros para profundizar en ella. En inglés, pidió a los peregrinos que eleven sus mentes y corazones a Jesucristo; en alemán, que no permitan que sus deseos y anhelos caigan en el vacío.
'Esta vigilia quedará como una experiencia inolvidable en vuestra vida', recalcó en italiano, al tiempo que reclamó que alimenten esta llama y la compartan con sus coetáneos que 'viven en la oscuridad. También en portugués, invitó a establecer un diálogo personal con Cristo porque 'vale la pena escuchar' en el interior la Palabra de Jesús. Finalmente, en polaco, instó a edificar la vida sobre Cristo y su Evangelio.

Con anterioridad y en la primera parte de su discurso, había denunciado el relativismo que desprecia la búsqueda de la verdad y exhortó a los muchachos a no tener miedo ni al mundo, ni al futuro ni a sus debilidades. El pontífice reiteró una vez más la indisolubilidad del matrimonio, precisando que el único es entre un hombre y una mujer.

ADMIRACIÓN
Pasado el aguacero, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que se daba por leído todo el texto, a la vez que señaló que el papa había mostrado su 'admiración' por los jóvenes españoles y de otros países, que mientras llovía a mares y se producía un fuerte vendaval no dejaron de animar al pontífice y cantar.

En la parte que no leyó, Benedicto XVI afirmó que la fe no se opone a los ideales más altos, 'al contrario, los exalta y perfecciona', e invitó a los jóvenes a no conformarse 'con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo', al que consideró como 'salvador de todos los hombres y fuente de esperanza por nuestra vida.

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