El avión papal sobrevolaba por primera vez en su historia el espacio aéreo chino, antes de llegar a Corea
El papa Francisco emprendió ayer viaje desde el aeropuerto romano de Fiumicino a Corea del Sur, país que visitará hasta el próximo lunes con motivo de la VI Jornada de la Juventud Asiática, en la que se espera la presencia de aproximadamente 6.000 personas.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, acudió a despedirle expresamente desde Milán (norte de Italia), ciudad en la que ayer visitó las obras de las infraestructuras de la Exposición Universal del próximo año.
En este viaje, el pontífice estará acompañado por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Stanislaw Rylko, y un empleado de la centralita telefónica de la Santa Sede, ya que Francisco decidió premiar así a los trabajadores del Vaticano. Durante las once horas y media que duraba el viaje, el avión del papa sobrevolaba el espacio aéreo de once países: Italia, Croacia, Eslovenia, Austria, Eslovaquia, Polonia, Bielorrusia, Rusia, Mongolia, China y Corea del Sur.
Además, será la primera vez que un avión papal sobrevuele China por lo que cobra especial importancia el mensaje que Francisco pueda dirigir a las autoridades chinas en el habitual telegrama que se envían desde el avión papal a los países que sobrevuela.
Según el programa, a su llegada a la capital de Corea del Sur será recibido por el nuncio apostólico Osvaldo Padilla, por los obispos de la Conferencia Episcopal coreana y por otras autoridades civiles, políticas y militares.
Acto seguido, en los salones del palacio presidencial, recibirá la bienvenida de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, y pronunciará su primera alocución a los presentes en inglés.
