Abuelos "tiktokers" cuentan su vida en las redes sociales

Magdalena Carro, abuela Tiktoker de Cedeira. (FOTO: LAVANDEIRA JR.).
photo_camera Magdalena Carro, abuela Tiktoker de Cedeira. (FOTO: LAVANDEIRA JR.).
Los seniors acaparan la atención por su naturalidad, humor y los vídeos que suben sus familiares

Tras la quinta red social con mayor número de usuarios en España, TikTok, el abanico de creadores de contenido se sigue extendiendo y los seniors ganan audiencia muy rápido. Así lo cuentan cuatro creadoras de entre 69 y 92 años que comparten las vivencias de su generación en el mundo digital.

La abu Magda

Para Magdalena Carro, de 69 años, la aventura tiktokera empezó con un “¿podemos subir esto?” de sus nietas tras haberla grabado bailando en una de esas tardes de verano en la aldea. La tónica siguió repitiéndose, aparentemente sin efectos secundarios, hasta que se hizo viral. Fue un vídeo en el que Magdalena canta a pleno pulmón “El de los ojos negros” en el coche mientras llevaba de vuelta a casa de las fiestas a sus nietas.

Son muchas las veces que esta vecina de Cedeira piensa que para qué se “metería en esto”, aunque luego recuerda que “divertirse” es lo importante. Y si para ello se tiene que subir a una mesa y bailar, lo va a hacer porque, tal y como ella reconoce, es “casi peor” que sus nietas. Las redes sociales le han traído “experiencias inolvidables” como la de conocer platós televisivos o mantener el contacto con sus seguidores. En ocasiones incluso le preguntan por el misterio tras un matrimonio de 47 años como el suyo. 

Rosa Vallejo

Detrás de una cuenta con 8,4 millones de seguidores en TikTok y 1 millón en Instagram está la andaluza Rosa Vallejo, de 82 años, junto con su nieto Christian Morales. Este último fue el “liante”, como Rosa recuerda entre risas, que la llevó a convertirse hace ya una década en “la abuela de España” o, según a quien se le pregunte, del “mundo entero”.

De hecho, sus seguidores más pequeños cuando la paran por la calle, como comenta Rosa, le dicen: “Tenemos abuelos, pero no son como usted”. Con un don innato para el humor, Rosa confiesa que lanzarse a grabar vídeos de cámara oculta es un “regalo”. Incluso si eso supone tener que subirse a una montaña rusa varias veces, hacerse pasar por la cita Tinder de alguien o entrar en una tienda erótica. Su generación, admite, lo pasó “muy mal” durante su juventud y siente que son las risas que ahora viraliza las que le ofrecen “vivir una segunda oportunidad”.

Por ello, le gusta recordar a los de su quinta que tengan “ilusión con los nietos”. Por la alegría de vivir, pero también porque tras sus cerebros pensantes puedes llegar a convertirte en una actriz que sigue “renovándose con la misma premisa del humor” para un público que es “demasiado”.

La yaya Mari Carmen

María del Carmen Valencia, de 82 años, es otra de esas abuelas que se deja enredar. Y su nieto Héctor lo sabe bien. Lo que empezó con apariciones puntuales en anuncios y mostrar en la red lo cotidiano ya va por 337.900 seguidores en TikTok y 161.000 en Instagram. “¡Quién me hubiera dicho a mí que iba a conocer a tantas personitas y que me iban a pasar tantas cosas bonitas!”, confiesa esta vecina de Valdevimbre (León).

Más allá de ofrecer su “humor” a la “juventud” asegura que los “valores” que la Yaya Mari Carmen y el público intercambian son muy “bonitos”. Y cuando quienes ya no tienen abuelos o abuelas la paran por la calle y le dicen que es su referente, ella no puede evitar sentirse “muy querida”. Como enamorada del cine, también agradece haber tenido la oportunidad de ir a platós de televisión, ver “embobada” las cámaras tan de cerca y conocer a profesionales como Julia Otero.

David Castiñeiras

David Castiñeiras, de 92 años, abuelo tiktoker gallego. (FOTO: LAVANDEIRA JR.).
David Castiñeiras, de 92 años, abuelo tiktoker gallego. (FOTO: LAVANDEIRA JR.).

David Castiñeiras, de 92 años, fue encandilado hace una década por su nieto, Óscar Agraso, en el mundo del monólogo y el humor al que él se dedica. Óscar tardó poco en darse cuenta de que su abuelo “encajaba en el show”. Y, poco después, las televisiones también lo notarían. No obstante, una movilidad cada vez más reducida le hizo alejarse de escenarios. Hasta que apareció TikTok en sus vidas y la posibilidad de emitir desde casa “humor absurdo”, la “retranca gallega” que surge de la cotidianidad, como explica Óscar. El objetivo siempre ha sido, en palabras del nieto, “entretener” a su abuelo y “pasarlo bien”. Además de que, “cognitivamente”, viene “bien”. Y su audiencia llega a lugares como Argentina, Colombia o Grecia.

Te puede interesar