La reciente feria del CES de Las Vegas trajo infinidad de nuevos productos que incorporan la palabra inteligente en sus descripciones, pero varios expertos ponen en entredicho sus capacidades reales

Accesorios no tan inteligentes

Un asistente observa un robot que ofrece un servicio inteligente las 24 horas, exhibido en el CES. (Foto: MICHAEL NELSON)
Accesorios como relojes, pulseras o gafas, que están surgiendo por doquier con el calificativo de 'inteligentes' por incluir sensores, conexión a internet y acceso a aplicaciones no son siempre tan listos como se denominan, ni imprescindibles, pero sí caros.
Durante la última edición del CES, la mayor feria tecnológica del mundo, recién celebrada en Las Vegas, desfilaron multitud de dispositivos con la consideración de 'inteligentes', pero que, sin embargo, para muchos expertos, no lo son tanto. En su opinión, en muchos casos, únicamente se trata de accesorios clásicos a los que se les añaden prestaciones y funcionalidades tecnológicas y conexión a la red; sin embargo, eso no siempre implica que sean 'inteligentes', en el sentido de ser capaces de aprender de las experiencias y el entorno.

La palabra 'inteligente' se usa cada vez más, aunque de forma muy generalista para muchos objetos y servicios; 'no todo lo denominado 'smart' lo es realmente', afirmó Alberto Bellé, analista de la consultora IDC. Explicó que, muchas veces, la industria esta acuñando ese término para describir objetos que se diferencian de los convencionales únicamente por incluir algo de tecnología.

En muchas ocasiones se está recurriendo con exceso al adjetivo 'smart' o 'inteligente' porque, simplemente, no hay más opción lingüística; el diccionario no siempre cuenta con términos precisos para cada nivel de novedad tecnológica.A día de hoy, los accesorios denominados 'inteligentes', dígase relojes, pulseras, o muchos otros, y que forman parte todavía de un mercado incipiente, compiten respectivamente con los relojes o pulseras tradicionales, pero no tanto con productos estrictamente tecnológicos.

El último estudio de Cisco sobre el denominado 'internet de las cosas' destaca la trascendencia económica de este fenómeno, que podría generar 4,6 billones de dólares, solo en el sector público, durante los próximos diez años.

Para el analista de IDC, los electrodomésticos son un sector clave para este fenómeno de interconexión de todo con todos, y podría abrir la puerta a posibles nuevos modelos de negocio, como el control del funcionamiento de nuevos aparatos de forma remota.

Según José Manuel Molina, catedrático de inteligencia artificial de la Universidad Carlos III de Madrid y director del grupo de investigación de Inteligencia Artificial Aplicada (GIAA), la tecnología 'ya está ahí', pero, en muchas ocasiones, las empresas de desarrollo no saben cómo integrarla para extraer el máximo rendimiento de ella. Este ingeniero de Telecomunicación, precisó que algunos piensan que el llamado 'internet de las cosas', con todo interconectado y ciudades totalmente 'inteligentes' es ya una realidad, pero 'de eso, nada': todavía falta mucho por hacer.

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