Aventuras en el rural de Ourense para jóvenes de Santiago

El grupo de mayores en la Porta da Vila en Manzaneda.
photo_camera El grupo de mayores en la Porta da Vila en Manzaneda.
Un campamento de diez jóvenes de Compostela se sumerge en Manzaneda durante cuatro días, aprendiedo de los conocimientos del entorno rural al mismo tiempo que esta actividad les brindaba días de aventura.

Con el albergue en el corazón de la villa de Manzaneda como hogar temporal, durante cuatro días de estas navidades, diez jóvenes y dos monitoras del grupo educativo Seteportas Altair, provenientes de Santiago de Compostela, sumergieron sus sentidos en la vida rural del Concello de Manzaneda, viviendo una experiencia enriquecedora.

Desde el 26 hasta el 29 de diciembre, la institución local de Manzaneda colaboró estrechamente para ofrecer a los jóvenes una inmersión total en los valores naturales, culturales y tradicionales de la comarca. Acompañados por las monitoras Elena Doval y Paula Veiga, el grupo se dividió en dos para adaptar las actividades a sus edades.

Los mayores, bajo la dirección de Elena Doval, de 16 años, exploraron la ruta de senderismo PR-G 138 Valle del Glaciar de Prada. Con sensibilidad, apreciaron los valores de la sierra, la huella glaciar y la imagen bucólica de la aldea abandonada de Prada. También exploraron la villa medieval, sumergiéndose en los aspectos culturales de la zona. 

Ayer viernes, concluyeron su proyecto con un podcast, compartiendo experiencias tras conversar con los vecinos, conocer el Entroido local, las máscaras y al entrañable Pandigueiro que visitó Manzaneda el jueves.

Las cuatro chicas más jóvenes, de primero de la ESO, se dedicaron a actividades de manualidades navideñas, decorando el centro de día y explorando los alrededores. Como colofón, crearon un breve cortometraje para resumir su experiencia.

Elena Doval, monitora del grupo, expresaba que para ella esta experiencia supuso “uns días cheos de actividades moi enriquecedoras. Eu son de zona rural de Lugo e creo que é importante que os rapaces coñezan otros xeitos de vivir”. Además, Doval resaltó los aprendizajes adquiridos en esta excursión: “Para eles é unha experiencia moi positiva, onde alucinaron coas paisaxes e lles encantou a zona. Aínda que din que non queren romantizar o rural, recoñecen que a vida aquí é moito máis familiar e que son máis unidos”.

Altair Galicia, con actividades regulares en Santiago desde 2014, a través de Seteportas, promueve la educación en valores y el respeto al patrimonio a través de estas salidas en formato campamento. En verano tres de sus monitores llevaba previamente a visitar Manzaneda para comprobar que era el lugar ideal para estas navidades, “a única pena é que non nos cuadrara con neve, eso sería xenial” decía Elena. 

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